Emilio Lozoya hizo amigos y enemigos durante su paso por Pemex. En ambas canchas, el apellido Nieto jugó, para bien o para mal, una posición relevante en las relaciones del exdirector de la petrolera mexicana. Santiago Nieto, el extitular de la Fepade y actual director de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda, está del lado de los antagonistas. Su salida de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales se atribuye a Lozoya Austin, a quien Nieto quiso fincarle, sin éxito, responsabilidades por el escándalo de corrupción de Odebrecht. Lo único que consiguió fue que lo echaran de la Fiscalía y que filtraran su información personal.
Pero como reza el refrán: “la vida da muchas vueltas” y el gobierno de la Cuarta Transformación rescató a Nieto y le dio una posición desde la cual podía tomar revancha: la UIF, el sabueso de Hacienda para rastrear las operaciones de lavado de dinero. Por una investigación de esta unidad se le congelaron las cuentas a Emilio Lozoya, a su hermana Gilda y el empresario Alonso Ancira, además de que la Fiscalía General de la República les giró una orden de aprehensión, la cual solo ha sido efectiva en el caso del dueño de Altos Hornos de México.
Del lado de los amigos del exdirector de Pemex está un empresario del sector energético que lleva el mismo apellido que su antagonista: Sergio Nieto, el dueño de Gas Express Nieto, una de las empresas gaseras más grandes del país, cuya relación con Pemex se estrechó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, particularmente durante la primera mitad en la que Emilio Lozoya estuvo al frente de la petrolera.
El miércoles dimos cuenta de la cercana relación entre Lozoya y el empresario Alonso Ancira, en cuya torre corporativa solía aterrizar el Eurocopter EC-145 de Pemex, con su entonces director general a bordo. La historia entre ambos personajes, ya se sabe, tiene que ver con la compra de la empresa Agronitrogenados.
Una relación similar tenía Emilio Lozoya con Sergio Nieto. Según información de la Auditoría Superior de la Federación, durante 2015 el entonces titular de Pemex aterrizó o despegó al menos 94 veces de la Torre Arcos de la Ciudad de México, ubicada en Tamarindos número 400, en las Lomas de Chapultepec. En dicha torre está el corporativo de Gas Nieto y en el piso 24 las oficinas de su director general.
Dos fuentes que viajaron alguna vez en el Eurocopter EC-145 del corporativo de Pemex a la Torre Arcos, aseguran que Lozoya utilizaba el helipuerto de este edificio por ofrecimiento de Sergio Nieto, con quien el exdirector de la petrolera tenía una muy buena relación. ¿La razón? A menos de siete minutos de distancia está la casa de Emilio Lozoya, en Lomas de Bezares, la cual, según publicó la organización Mexicanos Contra la Corrupción, fue adquirida en 38 millones de dólares con el dinero de los sobornos de Odebrecht.
En la administración de Emilio Lozoya Gas Nieto celebró más de 100 contratos con la empresa productiva del Estado. También, la firma Energéticos Nieto, dedicada al suministro de combustóleo y diésel al mercado de mayoreo, tuvo un crecimiento exponencial. Entre 2012 y 2016 esta compañía obtuvo la autorización de siete distribuidoras ‘plus’ de diésel por parte de Pemex, mismas que cobran una comisión 20% mayor a la de un distribuidor regular. Aparentemente, Nieto no cumplía las características para obtener este tipo de contratos.
Además, Gas Express Nieto habría obtenido descuentos de hasta 35% del precio público de gas LP en las refinerías de Salamanca, Tula y Cadereyta sin justificación alguna. En Matamoros, Tamaulipas, la empresa ganó una concesión para proveer a Pemex de gas LP importado y además generar una comisión por el transporte, almacenamiento y distribución del insumo, mediante un contrato de servicios.
El transporte del gas LP lo realizaba mediante un ducto transfronterizo que interconectaba su terminal en Matamoros con una propiedad de Transmontaigne (socio comercial de la filial de Pemex PMI Comercio Internacional –¡la misma que aprobó y ejecutó las compras de Fertinal y Agronitrogenados!) en Brownsville, Texas.
Por si fuera poco, el 13 de mayo pasado la Profeco, a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer los precios de las empresas distribuidoras de gas LP en el país. La que ofrece más caro es Gas Express Nieto. “Como se ve, se despachan bien ellos”, dijo el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Shefield.
Otros personajes en la mira
Otros personajes que no hay que perder de vista, involucrados en la gestión del exdirector de Pemex, son Omar Olvera Monroy y Fabián Narváez Tovar, quienes eran hombres cercanos a Emilio Lozoya.
De acuerdo con información recabada por las autoridades federales, se rastrea el fideicomiso Continental Emer Trust, y es que se presume que el abogado Omar Olvera podría tener una cuenta en el CIBC First Caribbean International Bank. Los fondos de este fideicomiso habrían recibido más de un millón 700 mil dólares.
Además, las autoridades mexicanas investigan si entre diciembre de 2017 y abril de 2018, este abogado fue catalogado como contribuyente incumplido, ya que al parecer lo citaron como demandado en dos juicios mercantiles en México y un juicio en Estados Unidos.
Por su parte, Fabián Narváez pasó de ser un famoso outsourcero del sureste mexicano a un próspero empresario naviero durante la administración de Lozoya, a través de la compañía Administradores Navieros del Golfo S.A. de C.V., MCS Offshore.
Hay un expediente publicado en los Panama Papers contra Narváez, a quien le detectaron una cuenta offshore bajo el nombre Black Diamonds Enterprise Corp, en las British Virgin Island.
¿Corrupción en el IMSS?
Vaya lío que se le viene a Zoé Robledo en el IMSS, cortesía de la Delegación Estatal de Tamaulipas, a cargo de Fernando López Gómez, donde se contrató a la empresa Toners y Tinta Express del Norte, de Carlos Alberto Serna Chapa, para que surtiera consumibles de equipo de cómputo nuevos, pero esta entregó equipos reciclados de la marca Lexmark, que aquí lleva Isaac Bessudo. Se trata de la Licitación Pública Nacional Electrónica LA-050GYR018-E97-2019, misma que exigía “equipos de impresión nuevos, no remanufacturados, no descontinuados ni reciclados”.
Sin importar, el proveedor entregó equipos usados Lexmark MS610 que el Grupo Barolhver tenía en bodega luego de que en 2017 la Delegación Oriente del IMSS le canceló la compra por órdenes de la Secretaría de la Función Pública. Ahora el asunto podría llegar hasta la oficina de Irma Eréndira Sandoval, ya que es posible que haya complicidad de servidores públicos. La cereza del pastel es que funcionarios de la Delegación Tamaulipas, por debajo del agua, han pedido que se rellenen los cartuchos de los equipos de impresión, mismos que no le han devuelto al proveedor del año pasado.
@MarioMal
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