Andrés Manuel López Obrador arrancó con el pie derecho su transición hacia Los Pinos, con el respaldo de los mercados y los empresarios, pero su bono democrático podría acabarse pronto, al menos el que le otorgaron los inversionistas.
El discurso de certidumbre que predicaron Alfonso Romo y Carlos Urzúa en las reuniones con más de 450 empresarios, representantes de fondos de inversión y agencias calificadoras comienza a hacer agua a cuatro meses de que Andrés Manuel López Obrador tome protesta como presidente de México.
Las señales que el nuevo gobierno ha mandado a los inversionistas no han sido bien recibidas. Las dos principales agencias calificadoras, Moody’s y Standard & Poor’s, ya prendieron las alertas sobre su plan en materia energética, mientras que el banco inglés Barclays consideró “una mala señal” el nombramiento de Manuel Bartlett al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Manuel Bartlett y el “borrón y cuenta nueva” que planea hacer Andrés Manuel López Obrador con los adeudos por más de 43 mil millones de pesos que arrastra la CFE son un buen ejemplo de cómo las acciones del nuevo gobierno van a influir en los mercados y en las decisiones de los inversionistas.
En febrero pasado, la CFE colocó Certificados Bursátiles Fiduciarios de Inversión en Energía e Infraestructura (Fibra E) por un total de 16 mil 388 millones de pesos. Los recursos obtenidos, provenientes de inversionistas nacionales y extranjeros, se utilizarán para el desarrollo de la infraestructura eléctrica del país, que a su vez generará mejoras en la calidad del servicio y los precios a los usuarios.
Desde su debut a la fecha, los títulos de la Fibra E han caído 7.4%. El lunes 2 de julio, después del triunfo de AMLO, retrocedieron 1% a contracorriente del tipo de cambio, el cual tuvo una buena jornada, lo que se consideró como un voto de confianza de los inversionistas al virtual presidente electo.
El viernes pasado, cuando se anunció a Manuel Bartlett como candidato para dirigir la CFE, los títulos de la Fibra E de CFE volvieron a bajar 1% y otro porcentaje igual este martes. La reacción de los inversionistas, si bien no ha sido de pánico, tampoco muestra optimismo. “No estamos seguros de cuáles van a ser las prioridades del señor Bartlett como director general de la CFE, pero creemos que su nombramiento podría no ser una buena señal para los inversionistas internacionales”, consideró Barclays en un reporte.
Standard and Poor’s también alertó sobre los cambios en las políticas del sector energético, principalmente aquellos que debiliten la salud financiera de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. “La erosión gradual resultante del perfil financiero del país elevaría la vulnerabilidad de las finanzas públicas a shocks adversos, lo que nos llevaría a rebajar la calificación”, expuso en un documento.
Moody’s advirtió la semana pasada que el grado de inversión de Pemex, empresa que dirigirá Octavio Romero, estaría en riesgo si reasigna sus inversiones hacia negocios que no le son rentables, como la refinación. Junto con ello, se podrían poner en riesgo las finanzas públicas del país, pues al cierre del primer semestre del 2018 la renta petrolera representó 19% de los ingresos del gobierno federal.
El voto de confianza del que goza Andrés Manuel López Obrador podría durar al menos hasta que arranque su gobierno, el 2 de diciembre, y quizá los primeros meses de la administración; no obstante, la advertencia de los analistas y las calificadoras de riesgo ha sido clara: si se toman malas decisiones, no los van a perdonar.
El SME y la autodefensa de Bartlett.
Manuel Bartlett salió a los medios a defenderse de las críticas que le llovieron en la prensa, las redes sociales y de parte de integrantes relevantes del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, como Tatiana Clouthier , quien dijo que había mejores candidatos para ese puesto.
Bartlett salió a confrontar a sus críticos. “Son descalificaciones estúpidas”, “son bots, son una minoría”, dijo el aún senador del Partido del Trabajo. Habló de “rescatar” a la CFE y reducir las tarifas eléctricas, pero no mencionó planes en concreto.
Admitió que se reunió con Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), como lo publicamos en este espacio el lunes, pero desestimó que esto vaya a derivar en un enfrentamiento con el SUTERM, que encabeza Víctor Fuentes.
Carlos Morales Mar, nombrado próximo subdirector de la CFE, se perfila como el que realmente va a operar la empresa, según fuentes del primer círculo de AMLO. Morales Mar ya había tenido acercamiento con distintos directivos de CFE en días pasados para evaluar el estado de la empresa. Lo que más preocupa a los inversionistas de la Fibra E es cancelar la operación de facto del mercado eléctrico y volver a consolidar a CFE en una sola empresa y no en 13 subsidiarias, como opera actualmente.
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