Gerardo Martino
debe ver más allá de la Copa Oro , su objetivo será Qatar 2022. T odo lo que venga antes, deberemos verlo como un experimento para la prueba mayor y —en ese proceso— se topará con millones de contratiempos.
El argentino deberá sortear esas vicisitudes. En su debut nos ilusionamos, pero también vendrán malos momentos y ahí es donde debemos entender las pérdidas.
También deberá analizar minuciosamente a aquellos que optan por no ir a una concentración, por la razón que sea. Tendrá que analizar bien la causa y saber si merece una nueva oportunidad o dejarlo fuera de toda convocatoria.
La Selección Nacional ya no está para divas, para jugadores que no entienden la trascendencia de vestirse de verde.
Al Tata se le contrató para dejar atrás ese quinto partido, se le contrató para trascender y él sabe lo que hace. Ha sido claro desde el principio, ha hablado sin tapujos, sin detenerse a pensar si queda bien con unos o con otros.
Hay que dejarlo trabajar, experimentar y ya lo evaluaremos al término del Mundial, pero aprendamos de las viejas experiencias, no ganamos algo dejando ir toda nuestra ira por un resultado.
Se vienen dos juegos que, si bien no tienen interés para nosotros, para el Tata sí. Verá el compromiso de los jugadores. Como dicen los argentinos: quiénes van con el cuchillo entre los dientes.
Martino
tiene una oportunidad de oro para hacer el cambio generacional, jugársela con sangre nueva, esos que no manchan un vestidor, que hacen equipo y se comprometen, porque de ganar o perder se trata el futbol , pero hay que hacerlo con clase, con idea, con un objetivo, y esa será la labor del técnico que hoy lleva las riendas del Tricolor.
lumiz13@gmail.com
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