Cada verano, Londres se ve adornado por el encanto de Wimbledon, bien llamado “ The Championships ”, a solamente unos cuantos kilómetros del mítico Hyde Park, del Palacio de Buckingham, del British Museum, de la Torre de Londres, del Río Támesis, del Parlamento , de su nuevo estadio de Wembley, donde el equipo mexicano de futbol logró la medalla de oro en 2012, de sus vetustas calles llenas de historia y clase, de su transporte colectivo, de sus tiendas llenas de estilo y moda, de sus pubs con ambiente único y penetrante olor a cerveza, de sus taxis tan diferentes y de su gente, pero —sobre todo— del encanto de una de las ciudades más intrigantes y bellas.

Han terminado los diversos torneos previos a Wimbledon, donde todas y todos los jugadores se adaptan al terrible cambio de superficie que significa venir de los torneos europeos sobre canchas de arcilla y trasladarse a los que son sobre pasto, donde Roger Federer es el favorito, no sólo sentimental, sino por contar con ocho trofeos y porque llega en gran forma tras ganar en Halle su titulo 102. Por su parte, Rafael Nadal y Novak Djokovic, campeón defensor, decidieron descansar y no jugar ningún evento fuerte sobre pasto.

El All England Lawn Tennis and Crocket Club , un club de los aristócratas ingleses, mantiene la tradición de siglos de historia. Wimbledon realizó su primer torneo de caballeros en 1877 y las damas tuvieron que esperar unos años, hasta 1884, para poder jugar sobre el pasto.

Para este torneo, en las damas, la alemana Angelique Kerber es quien defenderá su corona, pero el cuadro está tan parejo y sin una verdadera líder, que lo más interesante será ver cuál de las jóvenes sorprende y gana. Ashleigh Barty, la sencilla jugadora australiana es ya la número uno del mundo y ahora tendrá que demostrar que puede mantener esta posición.

Quiero aclarar que sí me gusta el tenis femenil, pero poco comento del mismo porque —por el momento— no hay rivalidades como las de antaño, ni figuras que despierten interés.

Los premios que otorgan los cuatro torneos de Grand Slam son de escándalo. Wimbledon reparte alrededor de 42 millones de dólares y, sólo por participar, reciben más de 50 mil, mientras que el campeón y la campeona de singles obtendrán un cheque de 2.5 millones de dólares.

Wimbledon

tiene un encanto muy especial que ves y sientes desde el momento en que entras por las puertas del All England Club, en la calle Church , donde ves a los policías y elementos de seguridad, voluntarios, a todo el personal uniformado, los jardines, las canchas de pasto y a los elegantes aficionados reunidos muy cerca del enclosure, donde sirven champagne.

Así que todo está listo para que a partir del 1 y hasta el 14 de julio se lleven a cabo las actividades formales, pero —mientras tanto— ya iniciaron las festividades en Londres para disfrutar “ The Championships ”.

¡Vamos Wimbledon!

luis@vamosdeportes.com

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