Cada vez que Roger Federer y Tiger Woods participan en un evento, los ojos del mundo están atentos, y tanto las marcas comerciales como los medios de información crean mayores expectativas.

Hace ya algunos años, Tiger (42) y Roger (38) se hicieron amigos, mostrando el gran respeto que se tienen. Esta amistad nació como estrategia comercial de la firma Nike, ya que eran los representantes más importantes de la marca, pero resultó que ambos comenzaron a frecuentarse, a hablar de sus logros deportivos, sus fundaciones y seguramente hasta de negocios.

Ni Tiger Woods ni Roger Federer son los número uno del mundo actualmente, pero son —junto con unos cuantos más— los deportistas más reconocidos de las ultimas dos décadas. Los medios de comunicación no dejan de hablar de ellos, ganen o pierdan, y continúan siendo imanes de taquilla.

Hoy, Roger se ha convertido en el sexto atleta mejor pagado de la historia, como fue en sus mejores momentos Woods, y escuchando a varios especialistas ingleses del deportivo, conocedores de las cifras que ganan Tiger y Federer, nos atrevemos a decir que cada uno ha rebasado los mil 500 millones de dólares en ganancias, siendo sólo el 10% de éstas generadas por concepto de premios.

Cada vez que Roger o Tiger están confirmados para participar en un evento, los organizadores dan aviso a los patrocinadores locales, que responden invirtiendo sus presupuestos publicitarios. Por otro lado, Federer y Tiger traen —por lo regular— a las firmas universales que representan, la prensa habla más, los boletos suben de precio y se venden inmediatamente, además de que las corporaciones invitan a sus clientes y aseguran el éxito del evento.

Los derechos de televisión son más caros en los eventos en los que Tiger y Roger participan, y son retransmitidos globalmente, sobre todo cuando están luchando por el título.

Estos dos titanes del deporte tienen personalidades diferentes, pero coinciden en ser ganadores. Roger es carismático, simpático y agradable, con una vida familiar admirable y un manejo de sus negocios y fundación de ayuda social extraordinaria. El suizo habla varios idiomas y en sus diálogos se puede apreciar su educación y cultura muy europea.

Tiger, por su parte, es hermético, poco participativo, discreto, pero agudo para sus negocios, muy inteligente y su magnetismo comercial es muy reconocido.

Woods ha convulsionado a la industria deportiva de alto nivel, por su diversidad. El golfista se ha visto envuelto en escándalos familiares y de otras situaciones que no le han favorecido; sin embargo, el público y sus mismos patrocinadores olvidan pronto esas situaciones y cada vez que se presenta en un evento es altamente aclamado.

Roger y Tiger revolucionan cada día al deporte, y no necesitan ser los número uno en la clasificación para hacer brillar al tenis y al golf en los aspectos deportivos, comerciales y publicitarios, además de otorgar satisfacciones a sus millones de seguidores. Ambos son unos monstruos del .

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