Ojalá, la cuarta transformación —de la que tanto se habla— llegue también al ámbito deportivo, para que desaparezca el tema de que los deportistas compitan en el extranjero para foguearse, mientras los directivos se pasean. Hay que recordar que el factor de capacitación a directivos de nuestro deporte es un eje estructural indispensable para el cambio.
Los directivos de nuestro deporte, ya sean de clubes, entidades deportivas, asociaciones estatales, federaciones, universidades y de todas aquellas instituciones que administran disciplinas deportivas, deben prepararse y capacitarse para poder administrar cualquier institución.
En algunos y contados casos, los directivos de nuestro deporte son personas con la capacidad y conocimiento de administración, pero —desafortunadamente— la mayoría de nuestros dirigentes solamente lo hacen por entusiasmo, afición y ganas de que las cosas salgan adelante, o por el deseo de sobresalir, sentirse importantes, de viajar y sacar provecho propio.
Los directivos deben ser profesionales especializados y con conocimiento absoluto del deporte que desean administrar, ya que es una verdadera industria y, muchas veces, está administrado por personas que no están preparadas para hacerlo.
Claro que no es fácil que nuestros dirigentes deportivos cambien de la noche a la mañana, pero si ellos mismos reconocen que deben capacitarse seriamente, al igual que las instituciones deportivas comprendan que deben contar con una persona capacitada para dirigir a nuestros atletas, el cambio llegará sin problemas y los triunfos de los mexicanos resurgirán.
