Era octubre de 2016, entonces nadie hubiera apostado por el escenario de hoy.
Pensar que Andrés Manuel López Obrador sería presidente de la República era un chiste y tabú entre la élite del país, que además tuviera en la palma de su mano al Congreso entero era, simplemente, impensable, ¡de risa loca!, su chunga preferida.
Sí, el 2018 aún parecía muy distante, había demasiadas barajas en la mesa, demasiados intereses, demasiadas estrategias, demasiado Maquiavelo, demasiado ego y demasiada, mucha, muchísima miopía.
Era octubre de 2016, Dulce Silva, entonces novia (hoy esposa) de César Yáñez, terminaba detenida en Puebla acusada de operaciones con recursos de procedencia ilícita, concretamente, haber aportado 30 millones de pesos de forma ilegal a manera de préstamos mercantiles a Invergroup, una empresa que defraudó a más de 150 personas.
Yáñez intentó comunicarse con el entonces Fiscal del estado, Víctor Carrancá, para pedir su intervención; su secretario técnico, Rodolfo Alducín, le tomó la llamada y la cosa comenzó así:
“Quería avisarle (al Fiscal Víctor Carrancá) que hace unos minutos detuvieron a Dulce Silva, que es mi mujer y la tiene el comandante Rafael Cortés, el director de asuntos metropolitanos, quería hablar con Víctor (Carrancá) al respecto, tenemos ahí asuntos pendientes.
“Espero tu llamada o la de Víctor, créeme que lo que menos quiero es tener a mi novia ahí en ese asunto”.
Vale la pena escuchar los siete minutos y cincuenta y tres segundos de varias conversaciones telefónicas que fueron filtradas a la prensa con la clara intención de César Yáñez para liberar o ayudar a su pareja, llama poderosamente la atención, además, cómo es que varios personajes, funcionarios públicos poblanos, desconocen físicamente a uno de los hombres más cercanos de Andrés Manuel, cómo es que le dan el “avión”, le dan largas, me atrevería a decir, cómo es que juegan con él. (Escuche el audio completo en: http://eluni.mx/rie6cyxq)
Luego de la filtración, Yáñez se defendió en la prensa y dijo que había solicitado apoyo porque pensaba que Dulce había sido levantada, sin embargo, es muy claro en los audios publicados que buscó siempre la intervención y la ayuda de funcionarios para el proceso legal de su pareja, apoyo que le fue negado quizá al límite de la humillación.
Dulce Silva ganó un amparo por violaciones en su proceso y fue liberada poco menos de un año después del incidente, pasaría todavía un año más para que César Yáñez se convirtiera en uno de los hombres más poderosos del país.
Hoy, no creo que nadie le niegue un favor al señor Yáñez.
DE COLOFÓN.— Las Redes Sociales Progresistas acusan a los medios de atacar al “proyecto de nación” por el manejo de la boda fifí, quizá deberían darse cuenta que hay muchos beneficiados con el golpe mediático a Yáñez dentro del mismo “proyecto”.