Cuando renuncié a la selección, después de la Copa América de Estados Unidos , no quise causarle mal a nadie. Simplemente quería ayudar, como siempre intenté hacerlo. Tras perder aquella final con Chile , me pasaron muchas cosas por la cabeza. Perder y dar un paso al costado. Los dos fueron momentos muy difíciles. Pero enseguida me di cuenta de que amo mucho a mi país, a mi gente y a esta camiseta. Vuelvo a agradecerle a toda mi gente, la cercana, y a todos los demás que me apoyaron entonces y lo siguen haciendo ahora.
Jugar tres finales y no ganar ninguna nos hizo pasar momentos complicados, es verdad. Pero también es cierto que no es sencillo llegar a las finales, aunque acepto que en éstas lo importante es ganar. Estuvimos muy cerca de la copa contra Alemania . Creo que merecimos ganar ese partido. Es difícil estar tan cerca y no conseguirlo; perder así nos dolió mucho. Pero creo que en Brasil aprendimos a ir partido a partido, y siento que ahora también debemos tener esa mentalidad.
En estos cuatro años vivimos cambios importantes en la selección. Además, nos costó mucho clasificarnos para Rusia . Recién pudimos conseguirlo en el último encuentro, en Quito . Tenemos grandísimos jugadores y vamos a luchar en cada partido. Me preguntan si será mi última Copa del Mundo y no lo sé. No me lo planteo ahora. Seguramente dependerá de cómo nos vaya este mes.
Ya he dicho que cambiaría los Balones de Oro por un título con la selección. Y no digo que los Balones no tengan valor, pero los premios colectivos siempre estarán por delante de los individuales. He ganado mucho con el Barcelona y mi motivación siempre ha sido la misma: volver a ganar. Me motiva mucho ganar el Mundial.