Corre el rumor subterráneo —por ahora— de que un grupo de rock mexicano, experto en maniobrar con el pop internacional ochentero poco conocido, con una de las mejores voces del circuito, prepara disco homenaje a las viejas fulgurantes voces para que, de alguna manera, se eduquen las nuevas generaciones a las que no les tocó parte de esa exuberancia del pop que aún llama poderosamente la atención de algunos Indiana Jones que exploran en el pasado del rock.
Pocos los recuerdan aquí, pero es innegable el legado de pop profesional que dejaron grupos y solistas como Split Enz, The Cars, Dragón, Franco Battiato, The Zombies, Matia Bazar, Ana Oxa, Equipe 84, Squeeze, Kathleen Edwards, The Shins, Tift Merritt… Algunos aún andan en activo, otros vienen de los circuitos alternativos del rock y algunos más se han instalado en el infierno cuando no en el olvido. Sin embargo, su legado perdurable de hacer inmejorable pop (pero con muchas buenas canciones con verdadera mala suerte) es conocido por pocos.
Por eso, qué mejor que dar a conocer esas melodías que debieron perdurar más y que, la mayoría perdida en la banalidad diaria de música desechable no conoce, a menos que les hayan dado un tip de búsqueda y que estén en sintonía con lo que el sentido común marca como casi genial, pero con un karma en contra. La lista por el momento de lo que unos mexicanos audaces y arriesgados quieren grabar, va desde pop pegadizo hasta majestuosas obras pop arrumbadas en el pasado.
Unos ejemplos que marcan tendencia bien pueden ser “Since you’re gone” de los fantásticos The Cars, miembros del Salón de la Fama del Rock, o la última muestra perdurable de su sonido original “Take another world”, con la que marcaron su regreso en el álbum Move like this, que fue ignorado olímpicamente aquí por los de Universal Music. Qué decir del increíble modo de componer hits de impacto mundial (menos aquí) de los neozelandeses de Split Enz, de los cuales están en la lista de posibles grabaciones con adaptaciones en español de temas como “I got you”, “Message to my girl” o “One step ahead”.
Y en línea están consideradas también las tres canciones que los de Dragón (banda de Nueva Zelanda) que escogieron en el famoso Live Aid (versión Oz from Africa) para enloquecer al respetable: “Speak no evil”, “Rain” y “Are you hold enough” (producida por Tod Rundgrend) que críticos y expertos consideran como las mejor interpretadas de las muchas versiones que se han hecho de ellas.
También ha sido considerada parte de la discografía de los finos británicos de Squeeze donde militó por un tiempo Jools Holland con canciones selectas (“Temped”, “Up the junction” y “Satisfied”, ejemplo de belleza melódica del mejor pop británico (no confundir con brit-pop).
Algo poco conocido del pop italiano (que no del progre, para el que los fundamentalistas mexicanos son más papistas que el papa) también ha sido considerado para poder grabarse con adaptaciones en español por los que, en su afán de perfeccionistas, se tardan un año e incluso más para dejar concluido un álbum inédito de cierto príncipe, que pide a gritos su versión en físico y digital.
De esta tendencia hay rolas de los exuberantes Matia Bazar (“Palestina”), Franco Battiato (“Centro di Gravita Permanente”) y Equipe 84 (“Un Angelo Blu”). Pendientes porque parece que no tarda en grabarse.