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La semana pasada durante la edición 19 del Vive Latino, con las disqueras independientes por segunda vez confinadas hasta casa de la... (justo atrás del escenario Doritos Bunker), donde también querían poner al Tinaguis Cultural del Chopo (nomás que éstos no se dejaron) se experimentó un vaticinio: su muerte en una zona fantasma por la que muy pocos se paraban.
Ni los volúmenes 16, 17 y 18 de las ediciones especiales de la Feria Disqueras Independientes que se regalaban (con 45 temas de propuestas independientes varias como Riesgo de Contagio, Los Superdupers, Timo Pacheco, Dr. Krápula, Perros Celestes, Obra Publika, La Pingo’s Orquesta, Nelson y Los Filisteos, Black Serenate, Vantroi y regresos como el de Los Amantes de Lola), lograron la atención de la concurrencia en esa zona.
Pero no todo fue desolación para las minicarpas en donde se instalaron las independientes contagiadas de flojera de los que ahí atendían. Algunas funcionaron como verdaderas disqueras promoviendo sus discos físicos, mientras otras, instaladas en el bostezo del tedio, el desconocimiento de discos y artistas, pedían que ya acabara su suplicio.
Ni de las que se esperaba más (Terrícolas Imbéciles, Cassette, Terraza Records, Denver, Bambam…) cumplieron las expectativas de la banda. Otras como Intolerancia y Dragora, entusiasmaron hasta llegar al precio y la rebatinga. Las tiendas especializadas como Recikla, con personal especializado y conocedor, vendieron a precios justos. Hubo también las que regalaron sus acoplados como las Historias de resistencia y libertad, de ImpriMedia y el de Titanio Records 17. Sin embargo las que, de alguna forma capitalizaron más, fueron las venidas del interior de la República.
Aguascalientes y Puebla rompieron con la expectativa de conocer los que sus gobiernos y ayuntamientos e Institutos Municipales hacen por el rock, a través de sus filtros culturales como el IMAC (Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura) asociado con HidROCKalidos. El más reciente acoplado para conocer a las nuevas bandas viene en el disco Aguascalientes ciudad del rock, con 22 exponentes como Muffin Pimienta, Que Alguien Mate al Abuelo, Yeguas de Tracia o el Coko Ska. Personalmente Mauricio Bernal Escalante preparaba y entregaba a la prensa especializada productos que valen la pena como el doble deTempestad, de José Octavio I y el de La Pingo’s Orquesta: Peregrino, entre otros como el Retratos del tiempo, de Hombre Árbol; Manimal (2009-2016), Díaz d Julio y Fraguas Polifónica, y daba también las tarjetas de presentación de los grupos.
En la misma carpa, sumó los esfuerzos roqueros poblanos, Hugo Cabrera, que repartía el Puebla ciudad del rock (2018) y el nuevo disco de celebración de Carlos Arellano: TreintaÑeros, con una súper portada zombi. La disquera Alternativa de Sergio Plascencia sacó el doble oficial del Festival con rolas selectas de La Vela Puerca, Ritmo Peligroso, Los Blenders, San Pascualito Rey, Sergio Arau y Los Heavy Mex, La Cuca, La Lupita, Los Jaivas y otros más, ofreciendo a pecios bastante decentes las ediciones de anteriores festivales y un gran surtido de compactos de colección de muchos alternativos de ocasión y permanencia voluntaria. Ojalá no se mueran las disqueras independientes, lo que sería fatal luego del desdén de las grandes majors del negocio.