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Esta semana murió a los 74 el ícono del rock francés Johnny Hallyday, leyenda y rocker al que membretaron algunos como El Elvis francés y otros como El Tom Jones galo.
Lo cierto es que el Johnny, ya en sus últimos años estaba, estaba más cerca de Drácula, que del rocanrol.
Los mexicanos que le rindieron un cierto tributo en vida roquera, y a las películas que dejó como legado, asistirán este fin de semana a donde, por supuesto, algunos de sus discos estarán a la orden del que quiera llevarse algo de su nostalgia que siempre compartió con Bruno Lomas, Adriano Celentano y Cliff Richards.
Los integrantes de U2, pasándose de listos y mal aconsejados por alguien, de manera nocturna, con atuendos heavy-metaleros y con quién sabe qué negras intenciones, se pasearon por famoso paso cebra beatle tomándose cientos de fotografías.
A sir Paul McCartney el acto por supuesto que le dio mala espina, luego de que Bono acaba de ser señalado como un “Inversor Pasivo”, en el escándalo financiero conocido como Papeles del Paraíso.
¿Qué tanto es tantito? Pink Floyd, el grupo que ha llevado el marketing estratégico de su discografía completa en todas las formas posibles descubiertas y por descubrir dentro de niveles francamente demenciales, tentando nuevamente al diablo, acaba de sacar en edición doble de vinil el Delicated Sound of Thunder, al son de los 180 gramos. Y ya de paso entrados en gastos, decidieron incluir al parejo una colección de grandes canciones de danza, también al amparo de los ahora reglamentarios 180 gramos, que condecoran cualquier LP de vinilo que se respete.
¡Pero si ya los tenemos en todas las formas viables del coleccionismo”, exclamaron algunos entendidos. “Cállense y compren, esto es por consigna prenavideña”: Sony said.
Trapos familiares al sol: Noel Gallagher se sincera con el diario El País y, con el tacto que lo caracteriza como un sin miedo a la muerte (y al ridículo) afirma: “Mi padre era violento, mi puto hermano un idiota; mi otro hermano, otro idiota”. Y como si fuera la última estrella de rock se va contra todos —millennials, hipsters, fans salvajes…— afirmando que “Internet es lo peor que le ha pasado nunca al mundo. Difunde el terrorismo, el odio, la violencia, la guerra, la pedofilia. Todo antes de Internet era mágico, todo después ha sido un desastre”.
Johnny Lydon, que con los años pasó de ser el explosivo y provocador cantante de los Sex Pistols (hijos naturales de los Ramones) a un viejito regañón contra los punks del pasado y los del moderno presente que se ríen con sus ocurrencias, dentro y fuera de Public Image LTD. Está amenazando conque quiere ser el representante de Irlanda en el próximo festival de Eurovisión que se efectuará el próximo mes de mayo en Lisboa. Si Julio Iglesias puede —ha dicho— por qué yo no. Denme chance”.
Frank Zappa: Aunque murió en 1993, le sigue cumpliendo —como menciona mi amigo Jorge Soto— a las “inmensas minorías”, por lo que no se da abasto el especialista José Luis Mondragón en poner a las órdenes del respetable, cada semana, una buena parte de su nueva, remasterizada discografía, corregida y aumentada (ya van más de 76 álbumes de todas las jerarquías) en el mismo lugar y con la misma gente.
