Tal vez no les diga nada el nombre de John Martin Maher pero su alias: Johnny Marr, remitirá a algunos fanáticos de Los Smiths al primer encuentro cercano que tuvo el obsesivo guitarrista con el ahora pasado de excéntrico, Morrissey, y la determinante influencia que ejerció la mítica banda de Manchester en grupos posteriores como Suede, Stone Roses, Radiohead, Blur, Osis, The Libertines y los sobrevalorados Artic Monkeys, entre otros.

En 1987 todo terminó para Los Smiths, pero no para Marr, que detalla mucho de lo que pasó luego en el recién aparecido libro de sus memorias camino al culto ¿Cuándo es ahora? (Malpaso que por supuesto incluye gratis su e-book). En casi 400 páginas Marr bucea en el Manchester ochentero de ese pop que no pasa de moda. Sus balazos publicitarios de apoyo remiten al lector a no dejar de leerlo, cuando personajes como Iggy Pop, lo recomiendan.

Así mismo, son detalladas en sus apartados las colaboraciones que ha hecho con talentos como el ex Roxy Music, Bryan Ferry, The Pretenders, Cribs, Modest Mouse, Talking Heads, Neil Rodgers, Pet Shop Boys y otros de categoría rock star. Así como habla claro, puede hablar oscuro sin ocultar las claves de su lado sombrío, para corresponder a su categoría de leyenda, navegando con un bajo perfil, luego de su memorable batalla con Morrissey, que casi lo llevó a un callejón sin aparente salida.

El libro de historias cortas de amigos músicos con los que ha trabajado y una pareja estable (Angie), vienen con un índice onomástico, para ubicar con facilidad nombres y altisonantes apellidos con los que ha dejado huella musical. También incluye el álbum fotográfico familiar, el Smithaniano y una selección fotográfica en festivales importantes, trabajo de estudio y el de imágenes de: con ellos toqué, más los infaltables álbumes clave como The queen is dead y actuaciones en directo.

Su tardanza para tocar en directo, que tardó décadas, fue animada por su amigo que fuera el front-man de Split Enz, Neil Finn. Nunca fue lo que se dice un vulgar huesero sino un músico honesto a la hora de devengar un salario tocando al lado de luminarias de todos los calibres musicales y lugares que han pasado a la leyenda como la legendaria The Hacienda, mitificada en cine en la cinta 24 Hour Party People.

Ojo: no se trata de rememorar en pasado con una visión amarga sino de que este tiempo ido funcione a manera de nostalgia que pueda servir ahora de algo en nuevos proyectos, como por ejemplo su banda de space-rock: la Johnny Marr & y The Healers, fundada en 2003, donde tocó el hijo de Ringo Starr, antes de volverse Who de tiempo compartido.

El libro es ante todo una declaración de amor y guitarra al servicio del rock no corporativo sino más personal, sin alcohol, drogas y hasta haciendo deporte para estar en plena forma. El balance que deja luego de la exploradora lectura que devela el fondo de trabajar en el rock-bizz, es la preservación del éxito, de un músico consciente de su posición actual e influencia para las nuevas generaciones inmersas hoy en la peor música que nos ha tocado oír en estos tiempos adictivos de teléfonos celulares en donde ya nadie quiere hablar.

Paso a esta aventura de ejercicio nostálgico impregnado de tecno y pasión electrónica de ese otro rock hecho para leer, con una recompensa final a manera de prontuario para sobrevivir al rock corporativo.

pepenavar60@gmail.com

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