Cuando ni en Spotify encuentras lo discos que no están en los millones de posibilidades que ofrece la plataforma, la cosa se pone grave. Los que ya han abandonado los formatos digitales y muy rara vez se arriesgan con los vinilos de colección (salvo casos extremos), quisieran que la mayoría de sus pretensiones y gustos musicales estuvieran disponibles sin tener que pagar más que lo estipulado en los lineamientos de la plataforma, pero no es así.

Todavía hay mucho material disperso en cuanto a trabajos extranjeros, y de México ni se diga, porque los tirajes en formatos de discos compactos o álbumes de vinil limitados, abundan. Sin embargo, si para algo funciona muy bien Spotify, es para detectar lo que está fuera del mercado discográfico formal y lo concerniente a la mejor plataforma que lo ofrece.

El rock nacional ofrece ciertas rarezas que, de no ser por unos cuantos estudiosos, pasaría desapercibido, como es el caso del tiraje limitado a 500 copias de los capitanes del stoner rock (combinación de heavy metal, acid rock, doom metal y psicodelia) / sludge (también llamado sludge-core, derivación del doom-metal) resonancia mexicana, que es el Caramelo Pesado, de la colonia Lindavista, cuyos caminos tomaron los nombres de Humus y Semefo, Norvenich, Loch Ness y Frolic Foth, Radio Carolina, Ramsés y Garrobos, luego de influencias como Can, Blue Cher, Cream y Guru Guru. Vamos: psicodelia mexicana sombría.

Arturo López, baterista del Caramelo con la consigna instrumental veloz, oscura y vertiginosa de su estilo, se puede conseguir paradójicamente con el propio batequero que produjo, numeró a mano, vendió y volvió a comprar su propio disco, para dejarlo añejar un poco más y volverlo de culto pesado en vinilo color gris y bonus no usuales para la época como estrellas de madera con olor a pachuli, que olieron desde Hip 70, el Foro Tlalpan, la ENAP Xochimilco y otros escenarios alternativos donde se presentaron.

Ahora, algo de ellos se puede escuchar en Discogs y ver en YouTube (I’m glad y Late arrival sludgehammer). El álbum con música de hace 35 años a veces deambula por el Chopo (bajo al brazo de su productor, que lo sacó al mercado hace cinco años), que hace mucho tiempo ya no es confiable en muchos discos que alguna vez le dieron validez.

En cuanto a las rarezas, recurriendo a Spotify, más allá de álbumes oficiales, boxsets, ediciones especiales y demás, que serían carísimos en formato físico (pero que, sin embargo, se pueden mandar a hacer lo más fielmente posibles en forma de réplicas, que no le piden nada a las japonesas o italianas), ha comenzado a llamar la atención el material de sesión de algunos grupos, previos a la grabación del álbum en turno.

Así, es posible acceder al confeccionamiento de discos que hoy, en su formato original, pueden valer un dineral. Como ejemplo basten las sesiones de dos grupos (The Zombies y Roxy Music), recientemente inducidos al Salón de la Fama del Rock (2019), de quienes se pueden escuchar demos y material prácticamente desconocido de su discografía clave, al igual que algunas sesiones de grabación y mezclas alternas de estudio de algunos vinilos de, por ejemplo, Frank Zappa & The Mothers of Invention y Los Rolling Stones que difícilmente se podrían conseguir en formato físico.

pepenavar60@gmail.com

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