En el marco de las actividades del segundo Festival de Cine LASTFIVA, hoy se presentará en Barcelona el documental del mexicano jalapeño, Raúl Criollo, sobre el emblemático y querido personaje de Jalapa, Juan Herrera Váquez, Juanote: cargador calificado de número que, lo mismo transportaba bajo sus espaldas cualquier objeto que le encargaban de aquí para allá (hasta pianos) y que sabía apreciar con precisión y conocimiento la música clásica, de la cual demostraba sobrada erudición para una persona autodidacta.
De estatura y fuerza descomunal, amabilidad y sentido humanista, el hombrón alcanzó fama y renombre cuando una vez la Orquesta Sinfónica de Xalapa le encargó la transportación de un piano de cola a un teatro. La hazaña de llevar a sus espaldas el tremendo peso lo convirtieron en el “cargador oficial de pianos”, convirtiéndose en un ejemplo para la ciudad.
A pesar de que sólo llegó a tercer año de primaria, Juanote se convirtió en un consumado melómano y gozó de la amistad de músicos, escritores y artistas plásticos de la época volviéndose una autoridad a quien muchos consultaban sobre arte, cultura y música. Juanote siempre tuvo su lugar reservado en el teatro del estado para asistir cuando le viniera en gana. Su gran camaradería con los directores de la orquesta lo llevaron incluso a hacerles señalamientos sobre la ejecución de algunas de obras que, por supuesto, siempre eran bien recibidas. Era famosa la fonoteca que hizo con discos que compraba o que le regalaban sus amigos trayéndolos, incluso, del extranjero.
De esto y más trata el documental (que próximamente se estrenará en la Cineteca Nacional) con imágenes inéditas y material rescatado del olvido por Criollo y su equipo de producción, que culmina en la última etapa de su vida. Antes de morir Juanote seleccionó el programa que su querida Orquesta Sinfónica de Jalapa tocaría en un merecido homenaje que le rendía la ciudad que siempre lo vio cargar.
Cuando ocurrió su descenso, llevaron su féretro al teatro y las notas de la Sinfónica lo despidiereon. Los 69 minutos del documental se sutentan con material de diversos archivos fílmicos de la época, material privado y el gran acervo de imágenes de la Cineteca Nacional. Se muestran las diferentes facetas del personaje con testimoniales de gente que lo conoció, entrevistas e imágenes de archivos independientes que pagan tributo a un hombre entrañable en Jalapa.
Parecería labor fácil, no lo es, si se toma en cuenta el gran trabajo de rescate, el ordenamiento de la información, la producción, las horas de filmación y su acabada edición para dejar, en 69 minutos, un acabado homenaje a un hombre singular. La parte de la promoción y exposición comienza ahora con su exhibición internacional en Barcelona donde, por cierto, Raúl Criollo presentará también, aprovechando el viaje, una conferencia extra sobre el libro ¡Quiero ver sangre!: la historia ilustrada del cine de luchadores, editado por la UNAM del cual es coautor y también dejará picados a los españoles con la próxima aparición del Psicotrónico indómito: el cine bizarro mexicano, volumen prologado por el gordo más famoso del fantástico mundial: Guillermo del Toro, con textos introductorios de Leonardo García Tsao y el conocido critico hispano de El País: Diego Manrique.