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La decisión de la alcaldía de Álvaro Obregón que ordena la demolición inmediata del edificio para oficinas de quince pisos que se construye en Periférico Sur 3042, justo sobre la zona federal de la presa Anzaldo, debe ser apoyada por todas las autoridades y la sociedad capitalina.
La empresa de desarrollo inmobiliario que la construye se amparó contra la decisión de la alcaldía y ahora –como suele suceder en muchos casos– el proceso judicial entra en un estancamiento.
La estructura metálica de este edificio debe desmantelarse en su totalidad por un tema elemental de seguridad. El inmueble está cimentado sobre la zona federal de la presa Anzaldo y representa una obstrucción para la función reguladora de tormentas en temporada de lluvias, que protege a la zona surponiente de la capital contra inundaciones.
La presa Anzaldo se construyó en 1933, mucho antes de la existencia del Periférico y forma parte de un conjunto de presas que operan como vasos reguladores del poniente del Valle cuando se presentan fuertes tormentas. Se denominan presas de “regulación horaria” porque se llenan durante la tormenta y se vacían en 24 horas hacia el Interceptor Poniente del Sistema de Drenaje Profundo.
Con el fuerte crecimiento urbano de la Ciudad, la presa quedó en la confluencia del Periférico y la avenida Luis Cabrera, en el límite de las alcaldías de Álvaro Obregón y Magdalena Contreras. La presa la construyó la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), que más tarde se convirtió en la Comisión Nacional del Agua. Los planos originales quedaron bajo su resguardo y en 1985 se firmó un convenio entre la SRH y el entonces Gobierno del D.F para que la operación y mantenimiento quedaran bajo la responsabilidad de la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica, hoy Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
Independientemente de este convenio, la condición de zona federal de la presa se mantiene y todo el espacio que actualmente ocupa, incluyendo el predio donde ilegalmente se levantó esta estructura metálica hasta el lindero con el Periférico, corresponde a la zona federal, misma en donde no puede autorizarse ningún tipo de construcción.
La obra es ilegal porque violó los planes parciales de desarrollo urbano y porque invade la zona federal de la presa. Es un ejemplo más de la pésima administración en materia inmobiliaria que hubo el pasado sexenio. Además de las irregularidades evidentes de esta construcción, los jueces que atraigan el caso deben tomar en cuenta el alto riesgo que representa para la población.