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Tras casi 45 años de participación política abierta y más de 30 como miembro activo, esta semana presenté mi renuncia de manera personal e irrevocable al Partido Acción Nacional. Aproveché la ocasión para manifestar mi gratitud a este organismo y a los miles de compañeros de lucha con quienes me une una amistad entrañable.
Tomé esta decisión por diversas razones que se pueden resumir en dos: una enorme decepción e incompatibilidad con los valores actuales del partido, que considero contradictorios a todos aquellos que lo fundaron y por los cuales yo me sumé; y segundo, porque al igual que la mayor parte de los ciudadanos estoy harto de que las cosas cambien sólo para empeorar la realidad existente aún teniendo las formas y las herramientas para lograr todo con lo que soñamos.
Con esto no quiero que piensen que tiré la toalla o estoy abusando de un oportunismo coyuntural, pero me di cuenta que ya era hora de darle vuelta a la hoja. En los últimos años había venido luchando para que las condiciones antidemocráticas que visualizo en el PAN actual cambien; sin embargo, ya están tan inmiscuidas que lamentablemente han hecho que no existan equilibrios de poder, por lo que esta institución ya no sirve como un verdadero instrumento de la sociedad ni para la sociedad. Errar es de humanos, pero no es de funcionarios públicos poner intereses personales por encima de su obligación, tal y como lo hacen los dirigentes actuales de Acción Nacional.
Tomé la decisión de renunciar porque siendo aspirante a la Jefatura de Gobierno, mi partido me cerró la puerta, violando mi derecho a una participación abierta y democrática.
Libré muchas batallas al lado del PAN, ocupando distintos cargos de dirección partidista a nivel local y nacional, como legislador y como funcionario público. Pero si algo aprendí es que las cosas hay que hacerlas siempre lo mejor posible, con la mayor información, conciencia, honradez y velando por el bien común. Acción Nacional claramente no lo está haciendo. Al pactar este “Frente Ciudadano” se le olvidó la razón principal de por qué es uno de los partidos más grandes. Se le olvidó la gente que lo puso ahí. Se le olvidó que no está ofreciendo ninguna alternativa política y de proyecto de ciudad para un mejor futuro de los habitantes de la CDMX e indirectamente del país.
Hoy nos encontramos con problemas muy graves que están llevando a la CDMX a un colapso de consecuencias inimaginables. Los gobiernos del PRD y Morena solo han promovido la corrupción y la demagogia sin apostarle a las soluciones de fondo. En la ALDF, el PRD ha aplastado a la oposición al viejo estilo que tanto se criticaba del “carro completo” y en una actitud dogmática y antidemocrática impusieron una Constitución ideologizada.
La Ciudad requiere una transformación profunda de gobierno y contrario a esto, las dirigencias nacional y local del PAN buscan una alianza con el PRD que implícitamente convalida sus malos gobiernos y por si fuera poco, busca apoyarlos para que continúen en la siguiente administración.
Esta situación, además de incongruente y absurda, es violatoria de los Estatutos, que ordenan la deliberación y aprobación tanto de su Consejo Nacional como de la CDMX antes de concretar una alianza.
En lugar de esto, los dirigentes del PAN buscan afanosamente y se reúnen con aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la CDMX del PRD e incluso de Morena, sin tomar en cuenta a los aspirantes del PAN que —como fue mi caso— lo manifestamos en el partido y públicamente.
Renuncié a Acción Nacional por principios, asumiendo este acto con plena responsabilidad y compromiso para seguir luchando por el bienestar de los capitalinos y del país. Estoy tranquilo con mi decisión porque sé que es lo correcto; antes que muchas cosas están la congruencia y la integridad. Finalmente, tengo la voluntad política que se requiere para ofrecer un proyecto viable y sostenible que mejore las condiciones de vida en nuestra querida CDMX, y confío en que la mayoría de los ciudadanos coincidan con este objetivo para logar la transformación que desde hace mucho tiempo se requiere.
@JL_Luege