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Xico en náhuatl significa el ombligo del mundo. Se trata de un enorme cráter completamente circular, de extraordinaria belleza, ubicado al sur de la Ciudad de México y que pertenece a la zona volcánica del Chichinautzin.
Lamentablemente, el crecimiento poblacional anárquico ha puesto en riesgo esta increíble reserva natural, ya que la mancha urbana se está “comiendo” al inmenso cráter.
El Cerro de Xico —como se le conoce—, estaba rodeado por el Lago de Chalco, un inmenso cuerpo de agua dulce que correspondía al extremo sur de la zona lacustre del Valle de México y que se alimentaba con los escurrimientos de la Sierra Nevada.
A finales del siglo XIX, se instaló la fábrica de papel San Rafael y se canalizaron las aguas del río Tlalmanalco, junto con otros afluentes, como el río San Francisco, para la producción de papel; desde entonces a este río se le conoce como el Río de la Compañía.
Posteriormente, después de la Revolución, se hicieron incontables esfuerzos por drenar las aguas del Lago de Chalco, con objeto de utilizar la tierra para la producción agrícola.
Entonces, se autorizó construir un canal artificial que corre de sur a norte y al que se le llamó Canal de la Compañía.
Fue una obra faraónica que recorre muchos kilómetros para llevar el agua hasta el vaso de Texcoco y poco después, a través del dren General del Valle, hasta el Gran Canal del Desagüe.
De este tamaño han sido las barbaridades cometidas en nuestra Ciudad: destruir los lagos y lagunas, convertir los ríos en ductos de aguas negras, acabar con bosques y áreas naturales, y perder los pocos manantiales que quedaban. Indudablemente, muy pronto la naturaleza nos va a cobrar una factura muy cara.
De milagro sobrevive una pequeña laguna junto al volcán a la que se le conoce como Laguna de Xico. Se localiza entre Tláhuac y Valle de Chalco–Solidaridad y forma una zona importante de humedales cerca de Mixquic y Xochimilco. Es lo único que nos queda de lo que fue el gran Lago de Chalco.
Sin embargo, de forma clandestina, se está usando como tiradero de todo tipo de basura y cascajo, destruyendo impunemente esta importante reserva natural. Por supuesto que estas acciones llevan detrás otro objetivo perverso: la invasión y venta de lotes para urbanización.
Hacemos un llamado en este momento crítico para salvar Xico. Proponemos captar todos los escurrimientos de la Sierra Nevada, los drenajes de Ixtapaluca, Chalco, Chalco–Solidaridad; construir una planta de tratamiento; y descargar el agua tratada directamente en la Laguna de Xico.
Esto traería grandes beneficios: uno, el agua limpia en la laguna puede potabilizarse para el consumo humano, tan urgente en la zona oriente, y otra parte podría usarse para riego altamente tecnificado para los productores de Mixquic; dos, la laguna sería un espacio de esparcimiento al aire libre para miles de familias que habitan en la zona; y tres, la laguna actuaría, a la vez, como parte del sistema regulador de la cuenca del Valle de México, quitando presión en la zona más crítica del desagüe de la Ciudad.
Se trata de la Zona Federal del Lago de Texcoco, hasta donde llega el Canal de la Compañía y se junta con los enormes volúmenes de descargas de aguas negras, que aunado a los fuertes hundimientos del suelo, ponen en riesgo constante de inundación a una amplia zona de Nezahualcóyotl, Ecatepec y a la delegación Gustavo A. Madero.
Claro que todo esto es un proyecto ambicioso y costoso, pero es más necesario que nunca. Es dar un paso obligado frente a la enorme deuda que tenemos por haber destruido en el pasado toda la riqueza lacustre del Valle y muy benéfico porque recuperaríamos un espacio vital de nuestra casa común.