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Estoy trabajando en mi oficina y de repente un ruido ensordecedor de un motor diesel destartalado se escucha desde la calle y una nube de combustible mal quemado inunda una amplia zona de la atmósfera. Acaba de llegar el camión de la basura.
Los camiones de recolección en la Ciudad de México son verdaderas chatarras contaminantes y obsoletas. Se ubican en horas “pico”, bloqueando las vialidades y haciendo labores de separación que no les corresponden.
Están operadas por un grupo de trabajadores, en su mayoría jóvenes, que no son empleados sindicalizados. El único trabajador con prestaciones de ley es el chofer, quien es parte de la Sección 01 del Sindicato de Trabajadores de la Ciudad. Los jóvenes hacen el trabajo de separación en el mismo camión, en condiciones de inseguridad e insalubridad extremas, no tienen seguro social ni equipo de protección y ninguna prestación, simplemente el “pago” que el chofer del camión determine.
Además de soportar un mal servicio, el ciudadano está obligado a pagar una “cooperación voluntaria” que puede ir de 10 a 20 pesos semanales, dependiendo la zona.
El sistema de limpia es un servicio municipal fundamental y está considerado como una contraprestación por los impuestos que pagamos, principalmente el impuesto predial. Sin embargo, a lo largo de muchos años, este “doble pago” se ha institucionalizado y si la gente no paga, pues a ver qué hace con su basura.
Se aprobó hace tiempo una norma de separación que mejoraría los esquemas de recolección, reúso y reciclaje de la basura, pero en la práctica se avanzó muy poco y de hecho continuamos con un esquema obsoleto y corrompido que es tolerado por las propias autoridades.
Marcelo Ebrard incumplió el compromiso de sellado y captación del biogás del tiradero del Bordo Poniente. Miguel Ángel Mancera tampoco lo llevó a cabo y al final de su mandato otorgó un contrato para la construcción y operación de una planta termovalorizadora que trataría una buena parte de la basura. La actual administración canceló el proyecto.
En los últimos 20 años se ha hecho muy poco por mejorar este importante servicio y las condiciones actuales son ya insoportables. Entonces, ¿cuál es el plan, hacia dónde vamos?