Gennady Golovkin
sigue en pie en su obsesión por pelear este 5 mayo ante un rival “sacado de la chistera” ya que la opción que propuso ante la Comisión Atlética de Nevada l e fue rechazada contundentemente.
Me da la impresión que las acciones de Golovkin posterior al retiro de Saúl “Canelo” Álvarez es el de un emprendedor desesperado por recuperar lo más posible de un evento que se fue a la deriva en el océano tras haber chocado con el iceberg.
Nevada no solo le negó la posibilidad de enfrentar al joven mexicano Jaime Munguía , además por las normas de su reglamento ya no será posible por razones de tiempo llevar a cabo la función en su territorio.
Es ahora que Golovkin y su equipo decidieron regresar a California, para para llevar a cabo la función en el Stub Hub Center en Carson, con el contendiente que ha levantado la mano: el armenio Vanes Martirosyan.
Aun cuando el promotor Tom Loeffler y el entrenador de Golovkin, Abel Sánchez , están trabajando a toda velocidad por concretar la función, resulta que ha salido a la luz publica un nuevo asunto que esta por allanar el camino al 5 de mayo en Carson, California.
La Federación Internacional de Boxeo, uno de los tres títulos que posee Golovkin, ha manifestado su deseo por que el kazajo enfrente al retador mandatario Sergiy Derevyanchenko. Tom Loeffler presume que las cosas aun están bajo control por el constante contacto con el organismo.
El promotor sin embargo defiende sus intereses y considera que no debe ceder ante la presión del retador y el organismo ya que en caso de hacerlo, le restaría brillo a la función haciéndola ver ante los aficionados, de por si, sumamente improvisada. Gennady Golovkin desea llegar lo más rápido posible a un resultado favorable en la negociación con la FIB.
En caso de que no se llegue a un acuerdo con el organismo y Derevyanchenko, Golovkin debería dejar el cetro mundial de los medianos y cumplir con su deseo de firmar con Martirosyan.
Vaya “culebrón” el que se ha armado.
Así las cosas, las apuestas giran ahora en el hecho de que Golovkin deje ir o no uno de los cinturones que lo acredita como campeón mundial de los medianos, uno de los tres que tanto atesora, uno de los tres que le permitiría, por lo que se ve, cumplir una obsesión.