Tras la renovación de los derechos de transmisión de la Selección Nacional con Televisa y TV Azteca por los siguientes ocho años, la Federación ha mostrado sus razones, aunque hay quienes dicen que para aceptar, muchos personajes fueron “amenazados” y que hubo corrupción.

No comparto con quien asegura que los directivos son corruptos por esta negociación, la cual trae aparejada lo siguiente: “Se triplicó el beneficio económico del acuerdo, se eliminó la cláusula de renovación automática y se obtuvieron ingresos variables por la explotación de derechos en plataformas digitales“, destacó la FMF en un comunicado.

Esta continuidad, significó que Telemundo-NBC y América Móvil quedaran fuera del negocio después de ofertar 260 millones. Lo complejo aquí es entender por qué a diferencia de otros países, en México se administran estos derechos por entes privados y no por el Estado. 

En cualquier negociación, las partes no están obligadas hacerla pública, además de que en el contrato deben estipularse obligaciones de confidencialidad, por ello es un argumento para evitar divulgar la información.

Sólo algo es claro: Los partidos de la Selección seguirán generando ganancias millonarias para las televisoras, que esperan multiplicar sus ingresos en los próximos ocho años. 

futbol@eluniversal.com.mx

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