La entrevista es uno de los recursos periodísticos más valiosos en el mundo de los medios de comunicación, pues permite conocer de viva voz a los personajes más relevantes del momento.

En la Fórmula 1 , hay una buena cantidad de entrevistas en los medios que la cubren de manera habitual. Recuerdo aquella entre Jackie Stewart y Ayrton Senna , las charlas entre Murray Walker con todas las celebridades de la máxima categoría, o desde hace algunos años en español, las de Diego Mejía y Juan Fossaroli con prácticamente toda la parrilla.

Sin embargo, son pocas las entrevistas entre periodistas fuera del ámbito deportivo y pilotos, más aún cuando los primeros son gigantes de la comunicación. Tal es el caso de la más reciente entre Lewis Hamilton y David Letterman , un entrevistador de oficio, que lo mismo se ha sentado con Madonna o Bill Gates .

Letterman, quien durante décadas condujo uno de los talk shows más populares de Estados Unidos, cuenta desde el año pasado con un programa de entrevistas en Netflix, llamado My Next Guest Needs No Introduction, en el cual tiene charlas en las que va desenmascarando a sus entrevistados.

En su primera temporada, hizo desfilar en su programa a personalidades como Obama, George Clooney o Malala Yousafzai. Para la segunda, estrenada el pasado 31 de mayo, llama la atención su entrevista con Hamilton.

La emisión de 44 minutos es un documento inédito dentro del archivo mediático de la Fórmula 1. Realizada previo a la presente temporada, Letterman establece una plática de amigos y sabe apretar los distintos “botones” del piloto británico. Esos momentos, Lewis los evoca con una película: “Siempre relaciono mi vida con Jamaica bajo cero. Llegamos a la pista [su padre y él), y como en la película, ellos (en el filme) llegan a la colina con un trineo oxidado, y todos quedan en silencio. Qué están haciendo aquí. Así recuerdo que fue para nosotros”.

Hamilton reconoce que en esos momentos sufría bullying en la escuela y que llegar a los go-karts y descubrirse bueno en algo significó una revelación tanto para él como a su padre, Anthony, quien tenía hasta cuatro trabajos para sostener la incipiente carrera de Lewis.

Hamilton narra la célebre anécdota con Ron Dennis, entonces mandamás de McLaren en los 90: “Tenía 10 años, hubo una ceremonia después de ganar un campeonato. Me presenté y le pedí un autógrafo diciendo ‘un día quiero ser campeón mundial en tu auto’. Dennis escribió en mi libreta ‘llámame en nueve años y te daré un trato’”. Tres años después fue el mismo Dennis quien buscó a Lewis. A la postre, Hamilton se convertiría en el último campeón de McLaren, hasta el día de hoy.

El británico confiesa sus ambiciones de superar a Michael Schumacher como el máximo ganador histórico de la F1: “Estoy ridículamente decidido a ganar”.

Para los amantes de la Fórmula 1, e independientemente de si Hamilton pueda caer bien o no, la entrevista con Letterman, se convierte en un documento que vale la pena ver.

@jgarciacontacto

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