En el ajedrez también interviene la inspiración, entendida como idea que se presenta espontáneamente al estar poseído del tema que se quiere tratar, no poder reposar sin haberle marcado con el carácter y lograr la forma perfecta que constituye la obra de arte.
Para el escritor Juan José Arreola, “Los grandes jugadores de ajedrez son personas capaces de inspiración, de caer en el trance de la inspiración. Ven de pronto las posibilidades embargados de ese trance que es por completo semejante a la creación artística”.
El vocablo inspiración viene de la antigua Grecia, donde se creía que eran las musas las que la traían a los artistas. Sin embargo, según el poeta italiano Cesare Pavese, “La inspiración tiene que ver con la fantasía de cada creador… hunde sus raíces en su pasado más remoto y revela la quintaesencia de su encuentro con las cosas”. En tanto combate de ideas, creatividad y fantasía, en el ajedrez también participa la inspiración.
Partida. Mediante una inspirada y sutil maniobra de alfil, las blancas apartan al rey negro de su defensa y lo obligan a rendirse.
Blancas: R. Reti. Negras: E. Bogoljubov. Nueva York, 1924.
Apertura Reti (A13)
1.Cf3 d5 2.c4 e6 3.g3 Cf6 4.Ag2 Ad6 5.0–0 0–0 6.b3 Te8 7.Ab2 Cbd7 8.d4 c6 9.Cbd2 Ce4 10.Cxe4 dxe4 11.Ce5 f5 12.f3 exf3 13.Axf3 Dc7 14.Cxd7 Axd7 15.e4 e5 16.c5 Af8 17.Dc2 exd4 18.exf5 Tad8 19.Ah5 Te5 20.Axd4 Txf5 21.Txf5 Axf5 22.Dxf5 Txd4 23.Tf1 Td8 (Diagrama) 24.Af7+ Rh8 25.Ae8, rinden negras.