Este fin de semana se llevó a cabo en Querétaro la 93ª Convención del Consejo Consultivo de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT). En ésta, se reunieron los radiodifusores de provincia y una asociación llamada Radio Independiente, ambos afiliados a la CIRT.
Entre el Consejo Consultivo y Radio Independiente están representadas más de 500 estaciones de radio que, si bien no forman parte de los grandes grupos nacionales de radio, sí son clave en la red de comunicación e información del país y tienen cobertura en 70% del territorio nacional. Estas pequeñas estaciones son las que dan un importante servicio social y comunitario, y también a las que primero llegó el pluralismo en los medios electrónicos.
En su Convención, esperaban tener un primer diálogo con funcionarios del próximo gobierno de la República y legisladores —ya en funciones— de Morena, para ver qué podría esperar la radio local en temas como pago de contraprestaciones, publicidad oficial, normas electorales y nuevas tecnologías, entre otros.
Confirmaron al presidente del Senado, Martí Batres; al coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado; al próximo subsecretario de Gobierno y Normatividad de Medios, Zoé Robledo; al próximo vocero presidencial, Jesús Ramírez, y a la próxima subsecretaria de Comunicaciones y Tecnología de la Información, Salma Jalife, ¡pero ninguno llegó a Querétaro! La mayoría canceló de último minuto. Sólo la doctora Jalife se unió, remotamente, por videoconferencia.
Con ello, claramente les han dejado sentir que la radio comercial local no es una prioridad para el próximo gobierno y la han dejado desatendida.
El plantón que les dieron es un llamado oportuno para que la radio local, que preside Óscar Morales, y la radio independiente, que preside Gloria Caballero, dejen de actuar descoordinadamente de la CIRT Nacional, que reúne a los grandes grupos de radio y de televisión nacionales, pero también es un llamado de atención para que la propia Cámara, que preside José Luis Rodríguez Aguirre, se profesionalice y los concesionarios de la radio en turno dejen de hacerle de improvisados cabilderos y hasta de expertos fiscales y tecnológicos. A su vez, la industria tiene que buscar puntos de consenso interno, mismos que no tienen en temas torales como mediciones de audiencias, impugnaciones por cobros excesivos y posiciones o argumentos frente al cambio.
Y es que, en el resto del mundo, las agrupaciones que representan los intereses de la radio y la televisión están manejadas por profesionales. Ahí están los ejemplos de la North American Broadcasters Association, en Toronto, Canadá; la National Association of Broadcasters, en Washington, DC, o la Commercial Broadcasters Association en Londres, Gran Bretaña. Sin embargo, en México se ha optado por una gestión más de tipo familiar.
La radiodifusión nacional no sólo enfrenta hoy el reto de una mayor competencia internacional, disponible vía las nuevas tecnologías como Spotify, la radio satelital o hasta el internet, también enfrenta el que estas últimas no pagan las contraprestaciones que ya ahogan a los operadores mexicanos ni están recargadas de spots oficiales y de partidos políticos.
Además, la radio nacional comercial va a tener que sortear lo que se ha vivido en otros países que hicieron una transición a gobiernos de izquierda: el surgimiento masivo de estaciones comunitarias, sociales y medios públicos fortalecidos con presupuestos públicos que frecuentemente se convierten en apoyos electorales de los gobiernos en turno.
Así que la radio local, una radio no afiliada a los grupos nacionales, tiene que empezar a ver un panorama complejo en el que hay poco lugar para la improvisación. En 46 años que llevan haciendo eventos con personalidades del sector público, nunca habían recibido una descortesía de esta magnitud. Muchas cosas ya cambiaron, y las viejas reglas y ritos ya no aplican. Ojalá lo entiendan concesionarios, comunicadores y sindicatos de industria.
Cambiando de temas:
*AMX y su reporte a Bolsa: los últimos resultados de América Móvil, que lleva Daniel Hajj, fueron los mejores en 15 meses. Tuvo ingresos trimestrales por 250 mil millones de pesos (aumento de 2.1% respecto al mismo periodo del año anterior). Su mayor crecimiento, de los 20 países en los que opera, se ha dado en Brasil y México, en donde sus ingresos por servicios móviles han crecido 10%, en buena medida por un servicio a clientes que mejora con creces el de su competencia. En el caso de nuestro país, su buen servicio y precio le aumentó 292 mil nuevas líneas móviles en tan sólo tres meses, con lo que llega ya a 75 millones de suscriptores.
*El reporte de Netflix: el que también tuvo muy buenos resultados en el tercer trimestre de este año fue Netflix, con ingresos superiores a 3 mil 900 millones de dólares y con la adición de 7 millones de suscriptores en tan sólo tres meses, ¡superando incluso su propio pronóstico por 2 millones! Gracias a ello, Netflix ya tiene mundialmente 137 millones de suscriptores.