Con sus cerros que enmarcan el espléndido amanecer, su hospitalaria gente y su deliciosa comida, Chihuahua fue el escenario del primer Encuentro Nacional Anticorrupción organizado por el gobernador Javier Corral y su secretaria de la Función Pública , Stefany Olmos, del 11 al 13 de octubre. Del Encuentro debemos decir muchas cosas, debemos aplaudir su estupenda organización; su heterogénea asistencia nutrida por personas de 28 estados de la República y de otros países; destacar el alto nivel de las ponencias y propuestas; el espacio siempre abierto a preguntas y respuestas, así como la enriquecedora mezcla de eventos que ofreció el programa, desde conferencias magistrales, hasta presentaciones de libros y proyección de películas.
Santiago Nieto, María Amparo Casar, Ricardo Raphael, Alejandra Palacios, Ciro Murayama, Joel Salas, Denise Dresser, Salvador Camarena, Mauricio Merino, Gustavo de Hoyos, María Marván, Cecilia Soto, Justin Dupuy, Marco Fernández, Eduardo Bohórquez, José Domingo Pérez (Fiscal de Perú encargado del caso Odebrecht en ese país), Lourdes Morales, Agustín Basave, José Roldán Xopa, Fernando Nieto, Fernando Gómez Mont, Alejandra Ríos, Rafael Cabrera, Adrián Franco, Pamela San Martín, y la que escribe, por mencionar algunos, expresamos abiertamente y sin censura la percepción, diagnóstico y propuestas para combatir la corrupción (consulte los videos del evento en http://chihuahua.gob.mx/anticorrupcion/videos.php).
Aquí algunas conclusiones que podemos extraer del Encuentro:
1. El Sistema Nacional Anticorrupción no ha dado los frutos esperados: a) no se ha concluido su integracion, faltan los nombramientos de Fiscal y 18 magistrados; b) no ha existido suficiente voluntad política de sus integrantes para combatir la corrupción; c) su diseño requiere ajustes, entre ellos se habla de incorporar a la FEPADE, SAT, UIF, etc , y d) no hay una visión clara ni homogénea del papel de los comités de participación ciudadana, por ejemplo, Santiago Nieto considera que debemos tener facultades de investigación y Merino que nuestra función es más de educación a la sociedad.
2. Se requiere una profunda evaluación del marco legislativo actual a fin de acotar las ventanas facilitadoras de la corrupción, sobre todo a través de las contrataciones públicas, expidiendo leyes generales a fin de evitar que los estados legislen a modo, como el caso de la refinería de Tabasco. También es indispensable ajustar leyes como la Ley General de Responsabilidades Administrativas, entre otras.
3. Procuración de justicia e impunidad. Nadie cuestiona que hay mucho por recorrer en este tema y que son gemelas del problema de la corrupción, aunque no todos coinciden en el camino para lograrlo.
4. Perfiles y capacidades . Crear instituciones no es suficiente para combatir la corrupción, la elección de los mejores perfiles de forma abierta y transparente, así como la formación de capacidades, son dos ingredientes sine qua non para lograrlo. Uno de los problemas es la simulación en los procesos de nombramiento, el cuatismo, así como la ausencia de un verdadero servicio profesional de carrera.
5. Documentación, transparencia y rendición de cuentas . El trabajo público debe documentarse, de lo contrario, se complica o imposibilita el seguimiento; es necesario mapear la corrupción , detectar los riesgos y poner los candados para cada caso.
6. Dos ejes transversales a todo lo anterior: indispensable aumentar la exigencia de la ciudadanía y no pasmarse o intimidarse ante el cambio de gobierno; de la mano el otro eje, el de la voluntad política de los funcionarios para enfrentar la corrupción. Sin esto, ni las mejores leyes darán frutos.
En el Encuentro hubo preludios, contrapunto de ideas y hasta fugas: la cancelación de último momento de la próxima secretaria de la función pública, Irma Eréndira Sandoval, a la que se le esperaba con ansias y muchas preguntas sobre cómo aterrizarán la promesa que fue columna vertebral de la campaña de López Obrador: acabar con la corrupción. ¿Por qué canceló? en efecto no era un ambiente amigable al presidente electo, pero tampoco era una trampa, había de todo, desde los claramente opositores al nuevo régimen, que eran los menos, hasta los que, sin regalar la esperanza, nos mantenemos expectantes de conocer los detalles de la gran política anticorrupción que implementarán. Ni modo, está vez no tocó, seguiremos esperando porque responder es parte de gobernar.