El tiempo que pasa desde que un conductor ve un obstáculo hasta que frena es de aproximadamente medio segundo. En tecnología, a estos lapsos les llamamos latencia, es decir, a los retrasos temporales en la propagación de datos en una red, el tiempo entre la transmisión de la información y la respuesta a la misma. Los coches autónomos, por ejemplo, requieren tener la capacidad técnica de reaccionar de manera rápida; en medicina a distancia, la latencia entre el robot y el médico incluso a miles de kilómetros, debe ser baja para evitar imprecisiones; en entretenimiento, la realidad virtual y aumentada requiere de “inmediatez” para simular la vida real; el uso de robots sin cables en la industria requiere de la mayor precisión para ser útiles y minimizar los márgenes de error.

Bien, pues a todo esto y más la respuesta es: 5G. Se trata de una tecnología que no debe verse como la evolución de la 4G, es realmente un nuevo paradigma, una tecnología transversal. Con una latencia igual o menor de un milisegundo y hasta un millón de elementos conectados por kilómetro cuadrado, esta tecnología modificará la forma de producir, de transportar, de comercializar y de interrelacionarnos (ver interesante publicación de Carla Martínez publicada ayer en este mismo periódico https://www.eluniversal.com.mx/cartera/telecom/5g-la-tecnologia-que-cambiara-el-mundo ).

En México se está avanzando en definir las características técnicas de la 5G. Uno de los temas prioritarios es la determinación de las bandas en las que esta tecnología va a funcionar. Al respecto, existen tres rangos: las frecuencias bajas (menos de 1 GHz), las medias (entre 1 y 6 Ghz) y las altas (superiores a 6 GHz). Como sabemos, no es conveniente que cada país elija bandas distintas porque se pierde la coordinación, la compatibilidad global de los equipos y las economías de escala. Sin embargo, tampoco es sencillo que los países se pongan de acuerdo, por ello en octubre de este año, se discutirá el tema en Egipto en el marco de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de la UIT, a fin de tratar de armonizar las bandas para la 5G a nivel global.

Sin embargo, a este ya de por sí complicado reto, debemos sumar un problema particular que se está dando entre los operadores satelitales y los móviles que quieren desarrollar esta tecnología. Resulta que los primeros tienen concesionado el uso de la banda de 28 GHz, banda identificada como técnicamente conveniente para el uso de la 5G, pero los satelitales argumentan que permitir su utilización con operadores de la 5G dará lugar a interferencias perjudiciales en varios casos, es por ello, que se está tratando de encontrar una solución para que ambos operadores convivan. Lo curioso es que esta banda no estará en la agenda de Egipto ya que fueron los propios operadores satelitales quienes pidieron y lograron en la convención de 2015 que no se incluyera el tema, lo que ahora les está saliendo peor porque entonces los países están tomando decisiones sin tomar en cuenta a la UIT; por ejemplo, en Estados Unidos esta banda ya fue licitada en enero de este año ( https://www.fcc.gov/auction/101/factsheet ) y otros países como Japón, Canadá y Corea del Sur ya definieron su uso para la 5G.

En México, nuestras autoridades han estado organizando mesas de discusión incluyentes —con operadores satelitales y móviles— a fin de encontrar esquemas que maximicen la eficiencia espectral conviviendo ambos. Finalmente, la identificación de esa banda de 28 GHz como IMT (Telecomunicaciones Móviles Internacionales, por sus siglas en inglés) corresponderá a la SCT.

El de la banda de 28 GHz no es el único reto que enfrenta la 5G, hay muchos otros, por lo pronto, la Unidad del Espectro Radioeléctrico del IFT publicó un documento muy interesante sobre el tema ( http://www.ift.org.mx/sites/default/files/panoramadelespectroradioelectricoenmexicopara5g.pdf ). Échele un ojo.

Habrá que estar atentos, pues en paralelo, otras discusiones mundiales se están dando sobre la 5G: sus implicaciones a la salud como consecuencia de las radiaciones de las bandas más altas a largo plazo, sus efectos en la forma de trabajar y la paulatina sustitución de mano de obra física por robótica, la manera de industrializar y comercializar, de interactuar socialmente e incluso la confrontación de Estados Unidos con Huawei tiene mucho que ver con la batalla por la 5G. Así que esto apenas empieza.

 Presidenta de Observatel, profesora de la Universidad Iberoamericana, miembro del Comité de Participación Ciudadana del SNA. Este artículo refleja su posición personal @soyirenelevy

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses