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Cuando hablamos del mundo digital en el deporte, siempre imaginamos redes sociales, pero la digitalización va más arraigada con la tecnología y la modernización de las instituciones deportivas, los inmuebles y toda la administración de la misma.
En la industria deportiva mexicana, la digitalización va con pasos lentos —al menos yo lo siento así—, comparado con otras industrias. Un informe de Harvard Business dice que el 80% de las grandes empresas creen que la transformación tendrá un impacto positivo en las distintas industrias, en los próximos tres años, siendo esto algo inevitable. Sin embargo, menos de la mitad de este porcentaje tiene realmente una estrategia digital definida. Podríamos decir que, en México, aproximadamente 25% de las empresas tienen esa estrategia definida; el resto va conforme dicte el viento.
La transformación digital —podemos decir— es una estrategia constante que se une al uso de nuevas tecnologías, las cuales le dan opciones a las instituciones deportivas para hacer más y mejores negocios, además de que se vuelve una herramienta para evitar la fuga de aficionados. Es ahí donde radica esta gran oportunidad, con la cual podrías traer más dinero, más marcas y mejores opciones de hacer nuevos negocios. En pocas palabras: vender más y mejor.
La NFL, el futbol y el tenis son industrias que se han ido digitalizando en la cancha, pero fuera de ésta siguen teniendo prácticas arcaicas, sobre todo en el futbol. Si ponemos un ejemplo, en México aún se habla de taquilla. Créanme que, los niños —actualmente— no saben qué es una taquilla. Hoy, el camino nos dicta que se tiene que tomar un camino totalmente digital. Todos estos actos tienen consecuencias positivas, ya que se aumenta la base de datos, se aumenta la comunicación directa con los consumidores, se aumenta el poder de compra, se aumenta la fidelidad del mismo y —sobre todo— la conexión emocional y servicio, lo cual ayuda para aumentar el valor de la marca.
Dentro de esta digitalización hay un monstruo dormido y que está próximo a despertar, desatando una revolución no antes vista. Me refiero a los eSports . Este mundo en donde la realidad está cada vez más cercana, tiene un público alterno, el cual —seguramente— no ha jugado futbol, no ha ido a un estadio, no tiene un equipo en la vida real, pero en el mundo digital ha vivido la experiencia total.
Los eSports
han tenido un crecimiento exponencial, ya hay torneo oficiales, partidos definitorios que se juegan en estadios para 40 o 50 mil personas, viendo a dos seres humanos jugar un partido de consola. Es ahí donde encontramos un mundo de oportunidades, de digitalizar nuestras acciones, de hacer mayor comunicación y sentimiento de pertenencia, lo cual nos permitirá afianzar a los aficionados actuales y permitirá a las marcas, deportistas y organizaciones deportivas, tener nuevos aficionados, los cuales crecerán en un escenario diferente, y con eso se tendrán oportunidades de darles productos que tengan un mayor margen de ganancia.
