Siempre acontecimientos como la famosa fiesta de los seleccionados hacen que las personas empiecen a cuestionarse muchas cosas, sobre todo, la credibilidad de la Selección Mexicana de futbol y de los propios jugadores.

Muchos curiosos empiezan a elaborar preguntas como: ¿Qué dirán los patrocinadores sobre esta fiesta? ¿Las marcas querrán estar ligadas a este tipo de acontecimientos?

Y es lógico que se hagan este tipo de especulaciones, lo único cierto es que dicha postura es un perspectiva equivocada, porque en este caso, el patrocinio lo recibe la Selección Mexicana de futbol y no los jugadores en particular, es cierto que al interior debe existir un reglamento de comportamiento que permita a la Federación cumplir con todos esos objetivos establecidos en el contrato.

Cabe mencionar que en estos contratos no se compromete la institución a que estén ‘x o y’ jugadores, no habla de campañas de publicidad individuales, tampoco habla de un número determinado de triunfos, un contrato de esta índole habla de campañas de publicidad con tres o más seleccionados, siempre en grupo y nunca en lo individual, también habla de objetivos y de un número determinado de partidos, pero nunca de títulos o triunfos, esta es una ley máxima en el sports marketing, nunca prometer triunfos, porque el deporte guarda muchas sorpresas, aunque un equipo pueda parecer favorito.

También por ahí en redes sociales muchos hablaban de qué opinaría una marca socialmente responsable patrocinadora del Tricolor ante una fiesta llena de alcohol y sexo, lo único cierto es que el patrocinio es una institución, esto no quiere decir que no importe o se justifique el accionar de los seleccionados, eso es un tema aparte, porque ellos al final del camino, representan a dicha entidad y es reprobable su accionar, pero insisto, los patrocinios están basados en lo grupal, en lo institucional y no en lo personal.

Esta situación ya se ha vivido en otras ocasiones, recordemos el caso del dopaje por clembuterol, también otra fiesta previa a la Copa América , si no mal recuerdo antes o durante un Mundial cacharon a Cuauhtémoc Blanco fumando y tomando una cerveza en la ventana del hotel de concentración, el famoso caso de dopaje de Carmona y Galindo, y así podríamos recordar otras circunstancias que han “afectado” la imagen de la Selección Mexicana de futbol, pero son situaciones que se mantienen alejadas de una complicación en cuanto al patrocinio.

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