Sin duda alguna, después del escándalo de corrupción financiera, amaños de partidos, desvío de fondos y demás que sufrió la FIFA hace algunos meses, el máximo organismo del futbol mundial recompuso el camino como los grandes.
Durante todo el Mundial no escuché a ningún medio de comunicación hablar de este tema, nadie cuestionó a Infantino, nadie puso en tela de juicio la cara positiva que le está dando al mundo la FIFA ; al contrario, todo se ha vuelto halagos, aplausos y cero cuestionamientos. Realmente la única “baja” por así llamarlo fue la salida de Sony, pero la capacidad de reacción fue inmediata firmando a la marca China Hisense, el resto de los patrocinadores se mantuvieron; Coca Cola, McDonalds, Visa, Adidas, Qatar Airways, Wanda, Vevo, Budweiser , no dejaron pasar la oportunidad de participar en uno de los Mundiales más vitoreados de la historia.
Semanas previas se hablaba de los “riesgos” que significaría organizar un Mundial en un país que aún tiene vestigios del comunismo, se hablaba de la logística, transporte, hotelería, estadios, acreditaciones y demás. Había mucha incertidumbre. Lo único cierto es que después de todo un mes de futbol en tierras rusas, el resultado es calificado con diez, obviamente existieron cosas malas como en cualquier evento.
Es muy cierto que en Moscú se sufrió mucho, ya sea con el tráfico o aglomeraciones en el metro o algunas personas padeciendo falta de hotel, sentarse a comer en un restaurante era un viacrucis y demás servicios, pero también debemos mencionar que eso sólo paso la primer semana. Conforme avanzó la justa todo se fue acomodando y mejorando. En San Petersburgo se sufrió también, pero en otras provincias, la visita de los aficionados fue un bálsamo, por mencionar el caso de Rostov, Ekaterinburgo, Samara, Kazán. .. ciudades en donde incluso los aficionados mexicanos alegraron la vista. Una vez más, la FIFA demostró su poder, reuniendo jefes de Estado durante los partidos, incluso a elementos de la realeza, no se diga ex futbolistas, las ridiculeces de Maradona, podríamos decir y por razones propias de la edad, el gran ausente fue Pelé .
Otra palomita que tuvo el comité organizador fueron los previos a los partidos en los propios estadios, poniendo canciones representativas de los países que se enfrentaban, imágenes en las pantallas, conductores en vivo en la cancha, participación de las leyendas FIFA y un conteo bastante emotivo antes de que se diera la patada inicial en cada partido.
Lo único cierto es que este Mundial quedará en la mente de muchos, Qatar tiene un gran reto. Siempre hay cosas por corregir, cosas por mejorar y otras que se deben erradicar, la emoción del Mundial terminó, viviremos en nostalgia cuatro años y medio, pero se abren nuevas oportunidades de negocio y nuevos formatos para dar al fan grandes satisfacciones.