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En la primera mitad del siglo XX, quien pensaba en una computadora sólo podía imaginar enormes cajas del tamaño de habitaciones, llenas de bulbos y que almacenaban información en tarjetas perforadas; incluso ya el genial escritor de ciencia ficción Isaac Asimov en algún momento imaginó un sistema para atender las necesidades de comunicación de todo el mundo, imaginó a Multivac, una máquina tan grande que podía ser una ciudad y que es parte de muchas de sus historias, lo curioso es que también se imaginó que a esta computadora se le podían formular preguntas desde terminales ubicadas en cualquier parte del mundo en una especie de “red global” que gestionaba toda la información a través de Multivac, algo muy similar al Internet de hoy.
Posteriormente, Joseph Carl Robnett Licklider, un psicólogo y científico cuyas ideas modelaron todo lo que hoy en día entendemos como el Internet, una red global, la computación descentralizada, las interfaces gráficas y sobre todo el libre flujo de información entre organizaciones e individuos y todo en un concepto al que llamó la Red Intergaláctica de Cómputo.
“Imagina que toda la información almacenada en computadoras en todas partes estuviera vinculada realmente (así como lo imaginó Asimov), imagina que se pudiera programar tu computadora para crear un espacio en el que todo pudiera estar vinculado a todo”; esta fue esencialmente el mensaje de una propuesta titulada “Information Management: A Proposal” que el científico europeo Tim Berners-Lee escribió en marzo de 1989 mientras trabajaba en el CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire). El documento fue toda una declaración de intenciones, pero también fue la semilla de lo que 30 años después se convertiría en la World Wide Web.
El llamado padre de la www, Berners-Lee, quien en esa época enfocaba su trabajo al Hipertexto que es una forma de texto con links que permiten dirigir al usuario a sitios relacionados con las palabras ubicadas como vínculos, decidió mezclar el poder de Internet con la hipertertextualidad, dando origen a la World Wide Web, que es uno de los varios servicios a los que accedemos a través de Internet.
La semana pasada se celebraron tres décadas del nacimiento de la World Wide Web y curiosamente fue Google el primero en recordar el aniversario del proyecto de Berners-Lee, publicando un divertido doodle dedicado completamente a la efeméride, pero se ha equivocado en su versión en español contribuyendo a la confusión popular; ya que, aunque están estrechamente relacionadas, Internet no es lo mismo que la www.
Internet es el sistema de redes global y la web es uno de los varios servicios a los que accedemos a través de internet y por medio de la web podemos entonces acceder a documentos, imágenes, video, foros, tiendas en línea y redes sociales, las que por cierto se vieron colapsadas quizá por la resaca de la celebración.
El investigador argentino Carlos Scolari ha dedicado sus estudios a estos procesos y los ha nombrado como hipermediaciones, distinguiéndolos de los medios tradicionales por características únicas como la multimedialidad, digitalización, hipertextualidad, interactividad y reticularidad convirtiendo al usuario en “prosumidor”, es decir consumidor y productor de información.
A diferencia de Google, Timo Arnall del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), en colaboración con la Fundación Telefónica para Big Bang Data, ha producido una pieza audiovisual que trata de poner en claro la diferencia entre Internet y www, además de ensalzar la importancia de la nube y de los cambios que estas tecnologías han traído a los seres humanos tanto social, como culturalmente.
@Lacevos