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Dicen los que saben que fue 1995 el año en que la enorme industria discográfica comenzó a experimentar una dolorosa agonía con la llegada del ahora también extinto mp3. El libro Cómo dejamos de pagar por la música, de Stephen Witt, publicado en 1997, explica detalladamente la llegada de un formato responsable de la digitalización masiva de la música y que luego fue desechado con la aparición de iTunes y todas las plataformas digitales con catálogos masivos, a través de ellas podemos escuchar música de todos los géneros, todos los tiempos, todos los estilos y “casi” de todos los grandes músicos.
Lo cierto es que, en el transcurso de esta historia, muchos de los grandes sellos discográficos desaparecieron definitivamente del mercado, otros tuvieron que adaptarse a las nuevas maneras de hacer música y muchos más surgieron a partir de las bondades de la música digital y otras dándose el lujo de especializarse en un solo mercado, como puede ser el indie o también la música clásica.
Ese es el caso de Naxos Records, un sello discográfico creado en 1987 por Klaus Heymann, un empresario residente de Hong Kong nacido en Alemania y, desde muy joven, fanático de la música de orquestas sinfónicas de Europa central y oriental, así como de las más hermosas voces que ha dado el mundo, como Enrico Caruso, Amelita Galli-Curci o Titta Ruffo, entre otras. Su pasión por estos géneros musicales y voces especiales lo llevó a fundar su sello discográfico especializándose en música clásica, además de música típica oriental, jazz y la llamada “música del mundo”.
Naxos se ha dado a conocer principalmente como una empresa que se ha adaptado a una gran cantidad de plataformas de descarga y transmisión, un extenso catálogo de productos multimedia y una vasta red logística internacional que además tiene su propio departamento de licencias.
En los últimos años también se ha convertido en una enciclopedia virtual de música clásica, lo que le ha dado espacio en varias fonotecas y bibliotecas del mundo, quienes la utilizan como material didáctico. Además, ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías de manera inteligente, trabajando con sus propias redes sociales, canal de YouTube, playlists de Spotify y aplicaciones como LoveChoir, lanzada en 2015, dirigida a cantantes de coro, y ricamente ilustrada por Karin Eklund.
Las nuevas tecnologías de grabación han permitido a Naxos desarrollar uno de los catálogos más grandes y variados que existen en los canales especializados, teniendo unos 11 mil títulos disponibles, desarrollados en un sonido de vanguardia y que podemos encontrar tanto en formatos físicos como digitales.
A pesar de trabajar casi por completo con plataformas digitales, Naxos se mantiene fiel a su promesa inicial de ofrecer proyectos de gran calidad. También, muchas de las viejas grabaciones han pasado por una minuciosa restauración hecha por ingenieros especializados, quienes por cierto se encuentran desarrollando el último proyecto de Naxos que se llamará American Classics, que buscará convertirse en el proyecto de grabación más ambicioso de los últimos años, abarcando todos los géneros de la música clásica, así como las leyendas del jazz y algunas piezas de música pop de la primera mitad del siglo XX.
herles@gmail.com