Aunque resulta imposible evaluar el nivel de México , tras el partido ante Cuba, en el que el nivel de los isleños fue muy bajo, la Selección Nacional ganó, gustó y goleó... Cumplió.

Conforme avance el torneo, la exigencia aumentará, pero —desafortunadamente— no a niveles que orillen al equipo mexicano a mostrarse a tope.

La Selección comienza a mostrar un estilo y forma de juego que gusta, que es propia, que se amalgama a las características de los jugadores convocados por el Tata , quien plantea los partidos sin importar cómo juega el rival, como lo hacía “el progresista del profesor Osorio ”, quien —junto con las rotaciones y cambios de posición de jugadores en el campo— desperdició a una de las mejoras generaciones, la cual tenía calidad y experiencia, por lo que —junto con los jóvenes talentos— formaba, en papel, un gran equipo.

El gran inconveniente en competencias como la Copa Oro es que, entre partido y partido, existen los viajes de una sede a otra; además, el tiempo de recuperación de los jugadores —en lo físico— es mínimo y el número de entrenamientos para poder observarlos y conformar el cuadro inicial es insuficiente.

El papel que juega la comunicación entre el cuerpo técnico, equipo multidisciplinario (médico, kinesiólogo, nutriólogo) y el personal de logística y operación, es fundamental para que el plantel llegue al mejor nivel posible, en todos los aspectos, antes de cada partido.

En el equipo actual se percibe un gran ambiente, buena comunicación y, sobre todo, empatía y convencimiento con el cuerpo técnico; hay una excelente y sana competencia interna, que es lo que hace crecer a los grupos.

Por diferentes motivos, varios jugadores no pudieron estar en este torneo. Es el momento ideal para que los nuevos convocados, quienes tienen un gran nivel, aprovechen la oportunidad que se les brinda. El lugar más importante para evaluarlos es la cancha, ya sea que arranquen o entren de cambio, pero también es importante su comportamiento fuera del rectángulo, mostrando compromiso, esfuerzo, hambre por aprender y mejorar, y mucha retroalimentación con sus compañeros y cuerpo técnico, que estén siempre con un cuchillo entre los dientes, mente fría, corazón caliente y los pies bien puestos en la tierra.

El partido contra Canadá seguramente le exigirá un mayor esfuerzo al Tri, más en lo físico que en lo táctico, y servirá para afinar detalles tácticos para el dominio del estilo de juego que el Tata quiere implantar.

México

debe ganar, mostrarse, lucir y aprovechar estos partidos oficiales para irse fogueando y preparando para la verdadera prueba, que es el Mundial.

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