En diciembre de 2016, la delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, hizo demoler unas casas que pertenecían a ex funcionarios de esa demarcación y fueron construidas en un área forestal de la zona del Ajusco.
Los propietarios de estas residencias eran ex funcionarios de la delegación: el ex director general de Desarrollo Social, Carlos Hernández Mirón, y el ex director general de Servicios Urbanos, Eloy Fuentes.
Una tercera casa pertenecía a la esposa del ex delegado perredista, Higinio Chávez, quien estuvo al frente de la administración local entre 2009 y 2011, y fue señalado en repetidas ocasiones por actos de corrupción.
El ex delegado fue remitido alguna vez al ministerio público, a consecuencia de un litigio relacionado con la concesión irregular de permisos para estacionamientos. En marzo de 2016, Chávez era diputado en la Asamblea Legislativa: solicitó licencia para tratar de convertirse en diputado Constituyente… y le cedió la curul a su hijo.
Se ha documentado que en 2011, para aprobar la construcción de un edificio en un predio destinado a “casa unifamiliar”, el delegado Chávez “mandó fabricar una falsa asamblea vecinal” y “entregó como válido un documento con cientos de firmas simuladas”.
En junio de 2010, el director Jurídico y de Gobierno de la delegación Tlalpan, Alejandro Zepeda, ordenó una visita de verificación, por la construcción de un cuarto piso para un gimnasio, en el colegio en el que murieron 19 niños y nueve adultos durante el terremoto del pasado 19 de septiembre.
La delegación clausuró la obra, ordenó la demolición del cuarto nivel e impuso a los propietarios una multa de 5% del valor de la construcción.
En los archivos de la delegación no existe, sin embargo, evidencia alguna de que las irregularidades se hubieran subsanado, no hay registro de “que se haya levantado el estado de clausura o de demolición”. Mucho menos de que se hubieran pagado las multas impuestas.
“Por nuestra mente pasa que hubo corrupción”, declaró la delegada Sheinbaum.
En octubre de 2013 Chávez se había ido y la nueva delegada en Tlalpan era la también perredista Maricela Contreras. Basta echar una ojeada a la prensa para constatar que las denuncias por corrupción siguieron cayendo sobre funcionarios delegacionales.
En esa fecha, el director de Obras y Servicios Urbanos en Tlalpan declaró improcedente una solicitud para realizar una “reparación menor” en el colegio. La razón: estaba dañada la estructura y afectada la estabilidad del edificio.
Una inspección realizada en diciembre de 2013 reveló que en el inmueble se realizaban, sin permisos, labores de herrería y levantamiento y aplanado de muros.
Asimismo se había demolido una techumbre para colocar una escalera. Todo, sin que existiera manifestación de obra.
Se impuso una clausura. El 9 de diciembre de 2014, sin embargo, la delegación dio “por cumplida la resolución” y a pesar de los daños estructurales encontrados anteriormente, otorgó permiso para hacer obras menores mediante el pago de una multa de 21 mil pesos.
Esto, y un permiso de uso de suelo falso supuestamente emitido por la Seduvi en 1997 fue lo que cobró la vida de 28 personas.
El viernes pasado, la delegada Sheinbaum interpuso una denuncia penal ante la procuraduría capitalina en contra de la propietaria del colegio, Mónica García Villegas, y de los ex funcionarios Alejandro Zepeda y Miguel Ángel Guerrero López, directores de Jurídico y Gobierno de la delegación en 2010 y 2014. Sheinbaum no incluyó en su denuncia a los ex delegados Higinio Chávez y Maricela Contreras.
Además de los acciones que emprendió contra presuntos actos de corrupción de Chávez, a su llegada a Tlalpan Sheinbaum acusó a su predecesora de entregarle unas oficinas saqueadas y unas “inciertas” finanzas públicas. Acusó a la administración de Contreras de no haber dejado un solo documento ni una sola computadora en la sede delegacional (“suponemos que se las robaron”) e incluso anunció que presentaría denuncias ante la Contraloría y la PGJ.
En su denuncia, sin embargo, optó por no incluir a los delegados. ¿Por qué? Al denunciar a los ex directores Jurídicos y de Gobierno, Sheinbaum acepta que la tragedia del Rébsamen es un tema que atañe a la delegación. ¿Por qué no señaló a los jefes delegacionales a los que antes había acusado de saqueo y corrupción?
¿Será que no llegar tan alto la blinda a ella misma de una tragedia que continuó gestándose en las calles de Tlalpan durante los dos años que lleva su gestión?
Cabe decir que 20 días antes del terremoto… la ex delegada Contreras se afilió a Morena.
Tragedia y política.
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