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En el futbol mexicano siguen sin entender que mientras no se le dé la libertad o la autonomía suficiente al director técnico que llegue al banquillo de la Selección Mexicana, el estancamiento en el que llevamos muchos años, no tiene para cuándo terminar. Y por cierto, esto no va a suceder mientras el mismo grupo que ya conocemos, siga manejando los hilos.
Las divas y algunos otros que se sienten intocables dentro de la Selección, han hecho con este equipo lo que han querido, no ha habido quién les diga qué hacer o cómo comportarse, sólo por el simple hecho de que venden muchas camisetas y ya sabemos que hacia el interior de la Femexfut, parecería que eso es lo único importante. Se han dado el lujo de irse con escorts, organizar fiestas, meter a mujeres a los hoteles de concentración y no pasa nada.
Hoy, el que llegue al Tricolor, lo primero que tiene que hacer, es correr de una vez por todas a aquellos que le hacen más daño de lo que le aportan a este conjunto. Porque quedó demostrado en el Mundial, que aún sin merecerlo, hubo futbolistas que tuvieron que alinear por órdenes de los directivos y no por el convencimiento del propio técnico Juan Carlos Osorio.
Ante esta situación, ya se habla de algunos candidatos para dirigir al cuadro tricolor en el próximo proceso mundialista, algunos ponen a Ricardo Ferretti como el candidato ideal, otros hablan de que será Gareca, quien dirigió a Perú en la pasada Copa del Mundo. También aparece André Villas-Boas, quien no ha dirigido en selección mayor, y por último está Gerardo Martino, quien demostró ser el títere más grande de Lionel Messi cuando estuvo al frente de Argentina. Son cuatro opciones muy diferentes las que aparecen en la baraja de los directivos mexicanos y de la que tendrán que sacar rápidamente al elegido para llevar las riendas del representativo nacional para los próximos cuatro años.
Haciendo a un lado la decisión del técnico, me parece que el problema más grave que se tiene en la Federación Mexicana de Futbol —y no es de ahora—, es que siguen trayendo gente del mismo grupo a dirigir algo en donde se necesita independencia para la toma de decisiones, porque si esto no sucede, será muy complicado que podamos ver un cambio y seguiremos con los mismos fracasos Mundial tras Mundial como ha sucedido en la historia.
Yon de Luisa ha demostrado ser alguien que conoce de futbol, y estoy seguro que si se le da libertad, podría cambiar algunas de las cosas que hoy tienen hundido a nuestro futbol en la mediocridad y en ese plan soberbio de que somos los mejores del área y que con eso es suficiente. Hay que ponerse a pensar en que eso no alcanza, cuando uno quiere trascender en eventos internacionales.
Las divas y algunos otros que se sienten intocables dentro de la Selección, han hecho con este equipo lo que han querido, no ha habido quién les diga qué hacer o cómo comportarse, sólo por el simple hecho de que venden muchas camisetas y ya sabemos que hacia el interior de la Femexfut, parecería que eso es lo único importante. Se han dado el lujo de irse con escorts, organizar fiestas, meter a mujeres a los hoteles de concentración y no pasa nada.
Hoy, el que llegue al Tricolor, lo primero que tiene que hacer, es correr de una vez por todas a aquellos que le hacen más daño de lo que le aportan a este conjunto. Porque quedó demostrado en el Mundial, que aún sin merecerlo, hubo futbolistas que tuvieron que alinear por órdenes de los directivos y no por el convencimiento del propio técnico Juan Carlos Osorio.
Ante esta situación, ya se habla de algunos candidatos para dirigir al cuadro tricolor en el próximo proceso mundialista, algunos ponen a Ricardo Ferretti como el candidato ideal, otros hablan de que será Gareca, quien dirigió a Perú en la pasada Copa del Mundo. También aparece André Villas-Boas, quien no ha dirigido en selección mayor, y por último está Gerardo Martino, quien demostró ser el títere más grande de Lionel Messi cuando estuvo al frente de Argentina. Son cuatro opciones muy diferentes las que aparecen en la baraja de los directivos mexicanos y de la que tendrán que sacar rápidamente al elegido para llevar las riendas del representativo nacional para los próximos cuatro años.
Haciendo a un lado la decisión del técnico, me parece que el problema más grave que se tiene en la Federación Mexicana de Futbol —y no es de ahora—, es que siguen trayendo gente del mismo grupo a dirigir algo en donde se necesita independencia para la toma de decisiones, porque si esto no sucede, será muy complicado que podamos ver un cambio y seguiremos con los mismos fracasos Mundial tras Mundial como ha sucedido en la historia.
Yon de Luisa ha demostrado ser alguien que conoce de futbol, y estoy seguro que si se le da libertad, podría cambiar algunas de las cosas que hoy tienen hundido a nuestro futbol en la mediocridad y en ese plan soberbio de que somos los mejores del área y que con eso es suficiente. Hay que ponerse a pensar en que eso no alcanza, cuando uno quiere trascender en eventos internacionales.