El retroceso del futbol mexicano cada día es más claro. En 2016 se tomó la decisión de hacerse a un lado de la Copa Libertadores, por asegurar que eran demasiados partidos los que se tendrían que jugar en un solo mes y que el torneo sudamericano se encimaba con la Liguilla de la Liga MX.

Hace un par de semanas, se ratificó que no habría ascenso por parte de los dos finalistas de la liga del mismo nombre, cosa que sólo sucede en México, donde la liga que busca ascender, no puede tener un lugar en el máximo circuito, al grado que podría jugarse el próximo torneo sólo con 17 equipos.

Hace un par de días, se confirmó lo que —en EL UNIVERSAL Deportes— Gerardo Velázquez de León ya nos había mencionado en su columna en febrero de este mismo año: que México no tendrá Copa América, al no estar invitado por la Conmebol para el torneo que se disputará en Brasil el próximo año. Esto último se da por la falta de seriedad que la Femexfut le dio a las tres ediciones pasadas, al llevar equipos alternos, motivo que causó mucha molestia en los dirigentes sudamericanos.

En México se han cansado de apostar por lo económico, sin buscar el beneficio deportivo de los clubes y que, a la postre, pudieran continuar con el crecimiento de nuestra Selección. Al contrario, aquí se busca más dinero con los contratos para llevar al equipo tricolor a Estados Unidos, con cinco partidos al año, que no sirven para nada, al enfrentarse a selecciones que son de muy bajo nivel o que al ser encuentros fuera de fecha FIFA, las pocas figuras de esos representativos no pueden acudir.

Todo esto es muy claro: no interesa a los directivos de este futbol hacer crecer el nivel del representativo mexicano. Mientras ellos sigan recibiendo dinero cada torneo, lo que suceda en una Copa del Mundo es lo de menos. Hoy, por eso tenemos una Selección de medio pelo, que sigue dejando dudas cada vez que se habla de enfrentar a grandes selecciones como la alemana, con la que estará jugando el equipo de Juan Carlos Osorio en el primer duelo de Rusia 2018.

¿No sería bueno pensar en lo deportivo y que, con un mejor nivel, el dinero llegue en mayores cantidades? Preocupa ver cómo nuestra Selección ha venido a menos y que el poco o mucho respeto que generaba, se ha ido esfumando. El cuadro tricolor dejó de ser ese rival incómodo, que preocupaba, y se ha vuelto un conjunto más, pese a que hoy se tiene a la generación de futbolistas mexicanos, probablemente, más importante de las últimas décadas, aunque está claro que hoy se podría ir todo a la basura por uno de los tipos más nefastos que han llegado al balompié de nuestro país y que estará sentado y dirigiendo, en el banquillo tricolor, el próximo Mundial de Rusia.  

@Gusocalderon

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