Las añejas discusiones sobre la religión que profesa AMLO se reactivan ante el protagonismo del líder de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evengélicas (CONFRATERNICE), pastor y licenciado Arturo Farela, quien predicó una homilía ante los poderes republicanos en Tijuana, durante el mitin o liturgia o tedeum o lo que haya sido esa sincrética sesión solemne que presidió AMLO después de derrotar al diablo.

Fue interesante. El pastor Farela declaró que Estados Unidos es bueno porque lo fundaron “hombres puros, íntegros que sembraron la semilla de la palabra de Dios en esa gran nación”. Una idea que concuerda con la de AMLO en el sentido de que Estados Unidos es un país bueno porque es cristiano.

¿Y México es bueno? También, dijo Farela porque “tenemos principios y valores que transforman vidas, que hacen nuevas (sic) a los hombres y a los matrimonios, a las familias y a los pueblos”, otra coincidencia con AMLO, quien tiene el dato de que la “reserva de valores de México es la más grande del mundo”.

En Tijuana, el pastor Farela sostuvo que gracias a AMLO “México está sufriendo (sic) esta transformación maravillosa” y le dijo a Dios que muchas gracias no sólo por haber hecho el cielo y la tierra sino también por haber “puesto orden tanto en el gobierno estadounidense como en el gobierno mexicano”.

Ha tenido Farela otros momentos estelares. Por ejemplo en 2013, cuando zarandeó al precandidato Ebrard por apoyar el derecho al aborto, al matrimonio gay y a las parejas homoparentales, cosas que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo le dijeron a Farela en un memorandum que no les gustan nada.

En 2012, circuló un video en el que se mira a un devoto AMLO mientras un montón de señores le toquetean la cabeza mientras Farela dice: “Padre, en el nombre del Hijo y del Espíritu Santo lo levanto y lo pongo en tus manos, Padre celestial, en el dulce nombre de Jesus de Nazaret.” (Al parecer, cuando el pastor manda a alguien con el Celestial, éste lo recibe sin cita previa.)

Ahora Farela regresa para educar a corintios, a fieles y a sepulcros blanqueados en varias cosas: que es amigo de AMLO desde hace más de 20 años y le consta que es un “cristiano bíblico”; que “yo he orado con él muchas veces en Palacio Nacional”; que él y AMLO “no predicamos religión, sino Dios y la Biblia” pues “el único camino es Jesucristo” ya que “Cristo es amor a los pobres”; que AMLO le dijo que “yo no tengo abogados para llegar a Dios. Yo llego directamente”, actitud que concuerda con el desdén de AMLO a todo intermediario.

En efecto, dos días después de asistir a la toma de posesión, el pastor declaró en Facebook que “hemos orado juntos y estudiado la Sagrada Escritura, desde hace muchos años” y que “además de tener un testimonio ejemplar, marido de una sola mujer, tiene en sujeción a sus hijos (sic), no fuma, no es borracho, nunca le han comprobado un caso de corrupción, francamente tiene mucho mejor testimonio que muchos autonombrados apóstoles, profetas, evangelistas y maestros.” Una coincidencia más: el desdén a los expertos y especialistas…

El pastor Farela recuerda todo el tiempo que hay 35 millones de evangélicos en México y que cada vez habrá más, porque en 500 años el catolicismo no ha dado respuestas al pueblo. Ya lo decía Juárez, santo laico de los evangélicos que decretó la libertad de culto y famosamente deseó que “el protestantismo se mexicanizara”. De ahí que el pastor Farela subraye la urgencia de nuevas leyes fiscales para las iglesias y que AMLO otorgue concesiones de radio y TV a CONFRATERNICE para llevar al pueblo “las grandes nuevas de grande gozo”.

Es una iglesia interesante, la evangélica. La bibliografía es enorme (ya volveré a ella). Es la más poderosa en los Estados Unidos. Han pertenecido a ella Carter, Reagan, Bush y el actual Michael Pence (de acuerdo con Farela, luego del encuentro entre Pence y AMLO, éste lo mandó llamar para que organizara el gran encuentro con los pastores evangélicos).

Y crece mucho en México. El pastor Farela guía a 35 millones de fieles. En su página de Twitter aparece rodeado de generales. ¿Por qué? Misterio. En la de Facebook abraza con sus hijos a AMLO, sobre este texto: “Dios ha traído nuevos tiempos para México, un tsunami divino (sic) que llenará a todo México de la gloria de Dios”.

La fe, hermanos, mueve campañas…

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