Se termina el torneo regular en la Liga MX , pero no podemos dejar pasar lo que sucedió en la final de ida entre los Dorados y el San Luis en el Ascenso . Ese señor Juan Andrés Esquivel no tiene nada que hacer en el arbitraje y menos el asistente que lo apoyaba en ese momento. Ese penalti que marcaron es inaudito. Repito, eso pasa porque no hay trabajo de aula, de cancha. No hay gente capaz de enseñar en la Federación Mexicana de Futbol en ese tema.
Y en la jornada 17 de la Liga MX , las cosas fueron de mal en peor. Eduardo Galván sólo da lástimas, lo ponen en el último juego, Veracruz-América, sin nada que aportar; lo mismo con Roberto García , al que lo tiene que salvar el VAR . Estos son árbitros que le están quitando espacios a las nuevas generaciones. Prefiero que se equivoque un novato, que lo siga haciendo un veterano. En el León vs. Pachuca, es una pena lo que hizo C ésar Ramos.
La explicación sencilla es: no no hay otros árbitros, pero la realidad es que hay que dar de baja a siete u ocho internacionales. Perez Durán infumable; Isaac Rojas echó a perder el esfuerzo del Puebla; con Santander no pasa nada, por eso lo mandaron al Necaxa-Gallos. Y como consolación le dieron a Paco Chacón el Santos-Pumas. Con todo y VAR , esto ha sido un torneo en verdad muy lamentable en el sector arbitral. No es posible que con todo y repetición, viendo con sus propios ojitos las imágenes, se equivoquen de tal manera. Ojalá haya calma en los equipos y en los directivos para soportar todos los errores que seguirán en la Liguilla, mucho ojo porque un título puede depender de eso.