La octava final entre mexicanos para definir al campeón de la Concacaf graduó a un futbolista del que siempre se esperaba mucho más de lo que entregaba en el campo. Rodolfo Pizarro volvió a ser Pizarro , el jugador que surgió como estelar en Pachuca y al que tanto le afectó jugar con las devaluadas Chivas.

La final regional fue de él, visión de juego, hambre de triunfo, y el renacimiento llegó. Ahora en Rayados esperan que así se quede. El Monterrey es tetracampeón en este torneo, lo que lo ubica como el equipo más ganador de la historia reciente al registrar más del 75% de efectividad en partidos disputados en la Confederación ; son impresionantes sus números en este torneo: 46 jugados y 33 victorias se dice fácil, pero es una marca digna de mencionarse y admirarse.

Y aunque estén lejos del América, que suma siete títulos, los Rayados anoche se quitaron dos traumas de encima: vencer a Tigres en una serie por el campeonato y ganar una final en su estadio, una verdadera, no como la que disputaron ante Pachuca en la Copa MX. Mención especial merece Marcelo Barovero, el portero argentino volvió a su nivel.

Ricardo Ferretti

le concedió 45 minutos a su más odiado rival. Dejar en el banquillo a Gignac y Aquino no se entendió, dos de sus máximos referentes ofensivos, que si estaban para jugar debieron hacerlo desde el primer minuto. Esto se confirma con el gol que marcó el francés que acercaba a los felinos.

Un golpe muy duro a Tigres , una lección para ubicarlos. No solamente con dinero se ganan títulos. Así que a dejar la soberbia y enfocarse en la Liga MX , en la que ya tienen asegurado el segundo lugar en la Liguilla.

Se acaban los mitos, las mentiras sobre el estadio de Monterrey . No hay gallina enterrada, no hay maldición, simplemente tuvieron la capacidad futbolística de entender mejor la eliminatoria, de jugar con el espíritu que dejaron en el vestidor en finales de Liga contra Pachuca y Tigres en este mismo escenario, o en la de Copa MX cuando fueron vapuleados por Cruz Azul sin que metieran las manos.

Y lo mejor de todo para ellos es que contrataron al entrenador ideal, aunque a muchos no les guste su estilo, en ocasiones timorato y defensivo, pero que al haberle ganado dos finales a Ricardo Ferretti, ambas en Concacaf (una con Pachuca y la de ayer) se convierte en el personaje ideal para seguir al frente de los Rayados para ahora buscar el título de Liga.

La nota roja la dio el Gobierno de Nuevo León . No se puede entender cómo permitieron lo que está prohibido. Solapar a barristas que se pasan sus decisiones por el arco del triunfo no habla más que de una pobre autoridad. Cuando existió esa batalla campal en las calles de la ciudad, se prohibió que existieran las llamadas caravanas, que no es más que reunirse en grupo para ir al estadio, lo que provoca violencia y descontrol.

Pues nadie hace caso, se reunieron en un bar llamado MantaRaya Dos y de ahí al estadio, ante la mirada de policías que nunca intentaron disolver la acción; es más, hasta fotos se tomaban los policías, los militares, selfies para presumir a sus amistades. Una demostración clara de que el gobierno de Jaime Rodríguez se hizo de la vista gorda ante tan peligrosa situación.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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