Carcomido el concepto de las rotaciones, Juan Carlos Osorio debe recuperar inmediatamente a la Selección Mexicana para no ser comparsa de Brasil en los cuartos de final del Mundial.
Cuando le impusieron a Imanol Ibarrondo como el motivador, el coach que no ha servido de nada, el colombiano delegó el tema, pero debe retomarlo.
Asumir el liderazgo y no dejarlo en manos de un tercero que en la conferencia de prensa de ayer (miércoles) se acercaba a los periodistas para decirles “en corto” que los jugadores estaban anímicamente bien, convencidos de lo que viene y sin depresiones. Para eso, sería mejor que se pusiera en el escenario principal y explicarlo públicamente.
Al entrenador mexicano se le vio manoteando en el entrenamiento, queda claro que está totalmente justificado que comparta conceptos futbolísticos, los discuta y profundice con Denis Te Klose y Gerardo Torrado , quienes estaban ahí con él. Pero no se entiende qué hace Ibarrondo en esa parte del campo, como si fuera asesor deportivo, algo lejano a la realidad.
Es momento de asumir su rol de líder, del conocimiento que tiene de los jugadores y levantarlos del golpazo de Suecia. No son las redes sociales o los mensajes ridículos como los de Rafael Márque z los que pondrán tranquilidad y convencimiento de lo que deben hacer en lo que viene; hoy necesitan más que nunca a Osorio y su sapiencia en el manejo grupal, no entes extraños que asumen lo que no le corresponde.
Osorio
no tuvo reacción en las goleadas que ha recibido la Selección, 0-7 contra Chile en Copa América , 1-4 contra Alemania en Confederaciones y 0-3 con Suecia, no tuvo capacidad para arreglar las cosas desde el banquillo, como debería ser en cualquier equipo en crisis en el campo. Pero es el día para hacerlo, recapacitar y entender que sus valores deportivos son básicos para encontrar soluciones y poder pelearle a Brasil de manera digna, intentando ofenderlo, nunca con miedo y esperando defensivamente a uno de los equipos con mayor talento y ofensividad que tiene el mundo. Atrevimiento y convencimiento, disposición y solidaridad, sin traicionar sus conceptos.
En Rusia hoy descansamos de 15 días de futbol ininterrumpido, buen momento para el entrenador, quien debe ser el verdadero responsable del éxito o fracaso del equipo, no animadoreso psicólogos, porque a quien se le hará un balance de su gestión es al colombiano, el entrenador que fue contratado para llegar al quinto partido, a nadie más.
Se viven los momentos más tensos para un equipo que estaba disfrutando y ahora sufre, y más cuando tiene frente a sí el reto del quinto partido. En los sueños de Chicharito deben estar Allison, Neymar, Paulinho, Marcelo, Casemiro o Coutinho, al fin y al cabo le encanta soñar con cosas chingonas..