La honestidad puede traerle consecuencias a Alan Pulido . Declarar que es un plantel corto de elementos y que no hay un revulsivo en la banca es un mensaje directo a una ineficiente directiva, que lleva un año haciendo lo posible para que el Guadalajara muestre cada vez más miserias en el terreno de juego.
Pulido
tiene razón, qué bueno que se atrevió a decir frontalmente de lo que viene careciendo el equipo y, aunque sea tomado a mal por la cúpula, nadie le puede decir que su concepto no es el correcto.
Es la última oportunidad para el Guadalajara , es la Concachampions o nada; eliminar al Seattle Sounders o seguir viviendo de los recuerdos exitosos. Matías Almeyda tiene una difícil decisión que tomar. Está claro que no renunciará y se aferrará al puesto para el que fue contratado hasta el año 2021. No es nada más la competencia regional —en la que va perdiendo contra el equipo de la Major League Soccer—, es este fin de semana el que le da la gran oportunidad de intentar salir del sótano de la tabla. Encarar el partido con equipo alternativo, contra Lobos BUAP , para darle descanso a los titulares y encontrarlos frescos el miércoles para el
encuentro decisivo contra Seattle, sería jugar con fuego, porque si acumula otra derrota, podría estancarse en el fondo y terminar el torneo como nunca ha sucedido en la historia de este otrora glorioso equipo: último de la tabla.
Tantos y tantos errores que han acumulado durante un año en las oficinas, ya que Almeyda solicitó a sus jefes —según ha trascendido— a Néstor Araujo, Fernando Navarro y Javier Aquino , pero la decisión fue traerle a Gael Sandoval y Ronaldo Cisneros . Diferencia abismal en categoría, experiencia y capacidad demostrada, ante una apuesta por jóvenes a los que aún les falta camino por recorrer para poder trascender y ser merecedores a convertirse en un verdadero refuerzo, en toda la extensión de la palabra.
Qué compleja será esta semana para las Chivas , y si le sumamos otra pésima decisión al llevar a su estadio un evento empresarial que dañará el campo —como muestran las fotografías publicadas hoy en EL UNIVERSAL Deportes —, se vuelve a demostrar que todo va más allá de lo que solicita y requiere la parte deportiva de esta institución. Claro que Jorge Vergara tiene todo el derecho de hacer con sus propiedades lo que se le pegue la gana, pero a solamente horas de un partido que marcará la temporada, es injusto para las Chivas que echen a perder su campo, por lo que ojalá el trabajo después del evento sea el adecuado.