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No hay un razonamiento contrario a que están haciendo lo correcto. La decisión de posponer el América vs. León del miércoles al jueves por la pésima calidad de aire que estamos respirando en la Ciudad de México es entendible, sensata, pero con una serie de preguntas sin respuestas.
La primera y más simple: ¿quién garantiza que de un día a otro cambiarán las cosas? Según la tabla enviada por la Comisión Ambiental de la Megalópolis , en tres días los niveles contaminantes han sido altos y parejos, así que nada ni nadie puede afirmar que ya para mañana por la noche no sea peligroso para los futbolistas y el público asistente.
Otra más, ¿por qué el domingo no se aplicó la misma medida, si el sábado 11 de mayo estuvieron igual de altos los niveles? Esa pregunta es para los funcionarios de la Liga MX que dejaron jugar el partido sin importarles un reverendo pepino; incluso Oribe Peralta en la conferencia de prensa de ayer afirmó que a algunos les dolió la cabeza después del encuentro.
Entre el 9 y el 13 de mayo, día de ese partido de cuartos de final, se produjeron 66 incendios en la Ciudad de México , 130 en el Estado de México , 112 en Hidalgo y 87 en Morelos , generando un índice de 155 puntos contaminantes. Ayer, cuando se tomó la decisión, estábamos a 158 puntos máximos; es decir, sin diferencia notable.
Más cuestionamientos. El sábado 30 de marzo, pasadas las 3 de la tarde, se anunció contingencia ambiental cuando se marcaron 155 y 151 puntos en el índice de la calidad del aire en las estaciones Pedregal y Camarones .
Al otro día se jugó el Pumas vs. Chivas en el estadio de CU, ante más de 35 mil aficionados, terminando 2-1 en favor de los universitarios. Es decir, aquí, con condiciones meteorológicas similares a las de hoy, se permitió jugar el partido. ¿Por qué?, ¿qué argumentó tomaron en cuenta en la Liga para no hacerlo en marzo y en mayo, una vez no y otra sí?
El verdadero problema es la falta de autoridad, porque desde las oficinas del departamento central deberían ordenar, no recomendar, así no lo dejan a la aplicación de intereses particulares en vez de realmente ver el bien común.
Este partido semifinal debería realizarse fuera de la Ciudad de México , en donde sea, menos en un lugar donde sí se pone en riesgo la salud por estas condiciones. Así debió ser, no solamente cambiarlo de día, sino moverlo de ciudad.Es por eso que ‘no hagas cosas buenas que parecen malas’.
El América terminó su partido de cuartos de final el domingo a las 20:00 horas, el León , el sábado a las 22:00 hrs.; es decir, el cuadro guanajuatense tenía 24 horas más de descanso, y por si esto fuera poco, programarlo en un principio el miércoles a las 19:30 horas fue un horario poco atractivo para la televisión. Así, que, a aprovecharse de la calidad del aire; en fin, esta vez sí convino cambiar por la “salud” de todos.
Cuando les conviene siguen las recomendaciones al pie de la letra, cuando no, que se joroben los futbolistas. De hecho, deberían ser ellos, los que estarán haciendo actividad física intensa bajo estos índices preocupantes de contaminación, quienes se nieguen a jugar así, y no por los horarios de televisión.
