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Se empeña en asegurar que Giovani dos Santos, Carlos Vela y Jonathan dos Santos están perfectamente bien en sus condiciones fisicoatléticas, como si eso fuera lo más importante en el futbol. Juan Carlos Osorio sigue entusiasmado con el físico de los futbolistas que convoca.
A ver si no resulta que para el Mundial vayan los tarahumaras, cuyos atletas se distinguen por tener un físico imponente y una resistencia fenomenal. En el futbol es distinto. Puedes ser un súper atleta, incluso Usain Bolt o Michael Phelps, dotado físicamente como si fueras de otro planeta, pero eso no te va a garantizar éxito en el futbol, porque el gran físico no da ritmo de juego, entendimiento con los compañeros y talento creativo.
Es por eso que esta noche debe ser la última prueba para futbolistas que llevan meses sin jugar, pero lo más importante será observar si Elías Hernández, Jesús Molina, Orbelín Pineda, Jesús Gallardo y Rodolfo Pizarro entran en el gusto del entrenador, porque me queda muy claro que Jonathan González, a quien fue un gran acierto traer a San Antonio, es un jugador para el futuro, no para el presente, que es Rusia 2018.
Algo deben hacer en la Dirección de Selecciones Nacionales para impedir que se juegue en un estadio como el Alamodome. Es vergonzoso el estado del terreno de juego; incluso, la Selección no pudo entrenar ahí, porque es tal el trabajo que hacen para por lo menos ponerlo parejo, que sólo le daban una hora para su práctica. Por eso, Osorio decidió hacer su sesión de entrenamiento en la Universidad de Texas en San Antonio.
Se entiende la cercanía de México con esta ciudad, sobre todo la gran presencia de regios y de los cientos de miles que día a día viven en este pintoresco lugar, pero ya en la última presentación de México aquí, el estadio no se llenó, y eso que era una competencia oficial, la Copa de Oro. Para hoy, los boletos tienen un costo de 40 a 180 dólares, y todavía no tienen vendidos todos. Si algún aficionado encontró en las calles de San Antonio al equipo de Bosnia, seguramente se decidirá a no comprar boletos o los venderá si ya los tiene, porque son niños los que vienen a jugar este partido. Un rival que no representa exigencia alguna y, si sumamos un campo que es un desastre, el partido no sirve para maldita la cosa.
Los experimentos de Osorio, esta noche seguirán. Ayer se pudo descifrar que Jonathan González podrá aparecer como medio por derecha, así es que posiblemente no lo pruebe en la posición por la que lo llamó.
Pero lo mejor de la fría conferencia de ayer con el entrenador fue cuando Abraham Guerrero le preguntó sobre si ya no habría permisos especiales y el colombiano le contestó que son concesiones, así es que a ver si no son eliminados en el Mundial por concesiones absurdas.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
A ver si no resulta que para el Mundial vayan los tarahumaras, cuyos atletas se distinguen por tener un físico imponente y una resistencia fenomenal. En el futbol es distinto. Puedes ser un súper atleta, incluso Usain Bolt o Michael Phelps, dotado físicamente como si fueras de otro planeta, pero eso no te va a garantizar éxito en el futbol, porque el gran físico no da ritmo de juego, entendimiento con los compañeros y talento creativo.
Es por eso que esta noche debe ser la última prueba para futbolistas que llevan meses sin jugar, pero lo más importante será observar si Elías Hernández, Jesús Molina, Orbelín Pineda, Jesús Gallardo y Rodolfo Pizarro entran en el gusto del entrenador, porque me queda muy claro que Jonathan González, a quien fue un gran acierto traer a San Antonio, es un jugador para el futuro, no para el presente, que es Rusia 2018.
Algo deben hacer en la Dirección de Selecciones Nacionales para impedir que se juegue en un estadio como el Alamodome. Es vergonzoso el estado del terreno de juego; incluso, la Selección no pudo entrenar ahí, porque es tal el trabajo que hacen para por lo menos ponerlo parejo, que sólo le daban una hora para su práctica. Por eso, Osorio decidió hacer su sesión de entrenamiento en la Universidad de Texas en San Antonio.
Se entiende la cercanía de México con esta ciudad, sobre todo la gran presencia de regios y de los cientos de miles que día a día viven en este pintoresco lugar, pero ya en la última presentación de México aquí, el estadio no se llenó, y eso que era una competencia oficial, la Copa de Oro. Para hoy, los boletos tienen un costo de 40 a 180 dólares, y todavía no tienen vendidos todos. Si algún aficionado encontró en las calles de San Antonio al equipo de Bosnia, seguramente se decidirá a no comprar boletos o los venderá si ya los tiene, porque son niños los que vienen a jugar este partido. Un rival que no representa exigencia alguna y, si sumamos un campo que es un desastre, el partido no sirve para maldita la cosa.
Los experimentos de Osorio, esta noche seguirán. Ayer se pudo descifrar que Jonathan González podrá aparecer como medio por derecha, así es que posiblemente no lo pruebe en la posición por la que lo llamó.
Pero lo mejor de la fría conferencia de ayer con el entrenador fue cuando Abraham Guerrero le preguntó sobre si ya no habría permisos especiales y el colombiano le contestó que son concesiones, así es que a ver si no son eliminados en el Mundial por concesiones absurdas.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx