Resulta sorpresivo que Ricardo Ferretti haya otorgado permiso a tres futbolistas para que abandonaran la concentración de la Selección Mexicana. Érick Gutiérrez, Hirving Lozano y Guillermo Ochoa no serán elegibles en el duelo de mañana contra Estados Unidos . Algo similar a lo que sucedió con Juan Carlos Osorio y que fue tan duramente criticado.

Este es un ejemplo más que a los jóvenes del equipo, los que están por primera vez, los puede confundir y desorientar, porque seguramente intentarán encontrar una ventana de salida, en el futuro, y manejar a su antojo los tiempos y estadías en la Selección Nacional .

Jugadores que por primera ocasión están teniendo participación en el equipo nacional, como Diego Lainez, Roberto Alvarado y compañía, verán como normal jugar un partido y después irse, sin estar en concentración, como todos los demás.

Se trata de una situación que puede resultar contraproducente, ya que cualquiera que sea titular en el primer partido, se sentirá con el mismo derecho que los llamados para no estar en el segundo juego y regresar a su club antes de tiempo. Porque si lo pueden hacer unos, lo pueden hacer los otros.

En la concentración de una Selección deberían existir reglas muy claras para este tipo de casos.

Todos los involucrados saben perfectamente bien que esta situación descompone a la larga al grupo, porque parece que son los futbolistas quienes ordenan qué se hace en una concentración, algo que sería pésimo para la imagen, porque al ser el inicio de un proceso, tienen que dejar todo muy claro.

La justificación podría ser que Érick Gutiérrez fue a tramitar su visa de trabajo para poder jugar cuanto antes con el PSV Eindhoven. Mientras que para Francisco Guillermo Ochoa e Hirving 'Chucky' Lozano el no tomar un vuelo más durante su regreso a Europa pudo ser la causa, aunque es realmente exagerado, ya que el vuelo entre Houston y Tennessee es de no más de dos horas.

La concentración no es solamente para jugar un partido, es para convivir con el grupo, para observar comportamientos, pero sobre todo entrenar, que es lo que más está ausente en una Selección, por el poco tiempo que tiene el cuerpo técnico con los jugadores.

Nunca antes un partido entre México y Estados Unidos había sido tan gris, porque éste será jugado por futbolistas en su mayoría jóvenes y con entrenadores interinos. Todo esto hace que la obligación para la Selección Nacional crezca, porque el talento estadounidense no puede ser mejor que el mexicano, en el que se invierten muchos millones de dólares con los torneos Sub-13, Sub-15, Sub-17 y Sub-20.

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