La presencia en el banquillo de Necaxa de Marcelo Michel Leaño , es una buena noticia para el futbol mexicano , el mismo que está acostumbrado a reciclar entrenadores mediocres, que con buenos promotores siempre tienen chamba.
No se trata solamente de la victoria sobre el América , sino de los conceptos, la propuesta del trabajo que se vio de su equipo sobre la cancha, además, claro, de la oportunidad de poder observar a otro técnico joven con quien se refresca una baraja anquilosada y manoseada por esos entrenadores dinosaurios que no ganan absolutamente nada, más que el dinero por sus liquidaciones cada vez que fracasan con un club.
El club de los intocables desaparece, así que Romano, Bueno, Reynoso, La Volpe, Carrillo, Sánchez Solá, Gutiérrez, Trejo, Tena y otros, tiene ahora sí, competencia real.
Lo de este estratega de 31 años, el más joven en la Liga MX , no debería ser sorpresa. No es un improvisado, se ha preparado durante mucho tiempo. No es un producto de la publicidad o la buena prensa. Michel Leaño , que son sus apellidos en algo que muchos también están confundidos, es un hombre de mucho discurso.
Quizá en ocasiones abusa de esta labia y tendría que tratar de alejarse de la imagen de ser uno de los discípulos de César Luis Menotti . Porque este entrenador es más que un buen discurso y conceptos aprendidos del argentino. Tiene ya su recorrido en el Ascenso.
Se ensució los zapatos en canchas a las que otros como Rafael Puente y Francisco Palencia no quisieron ir al sentirse más que cualquier entrenador que trabaja en esta división en la que el hoy estratega del Necaxa dirigió a tres equipo: Venados, Coras y Zacatepec . Lo de Marcelo es estupendo. Con el Zacatepec fue con el que ha tenido sus mejores resultados, lo que probablemente lo colocó en la mira de otro visionario como Ernesto Tinajero , quien decidió abrir la puerta al talento novel y olvidarse de esos entrenadores que ya no dan más.
Con los morelenses. Michel Leaño clasificó a dos Liguillas del Ascenso MX y a las semifinales de la Copa MX . Parece poco, pero hay quienes han vivido del futbol con menos, y esa es la importancia de la aparición de personajes como este, y como el propio Palencia o Puente —con sus errores de los cuales debieron aprender—, además de otros como el campeón Robert Dante Siboldi o Hernán Cristante , y muchos más que están en el Ascenso o en otras divisiones que además de trabajadores y sin tantos vicios, traen nuevas metodologías.
Se necesita ver rostros nuevos, ideas que pudieran parecer arriesgadas y que de inicio no dan resultados, pero que están lejos, o al menos eso parece, de las viejas costumbres de personajes que se acomodaron a un estilo de vida, pero que al futbol, ya no le aportaban algo.
Probablemente Michel Leaño nunca sea campeón, quizá sí, pero siempre será agradable saber que hay más opciones a las de esos técnicos que pensaron que durarían toda la vida, a pesar de sus fracasos y malas formas, en un futbol que está cansado de los dinosaurios que no dejan algo bueno