La apuesta por futbolistas extranjeros con nombre y prestigio, debe ser la premisa del futbol mexicano ahora que ya no tendrán la necesidad de pensar en el descenso. Elevar el potencial futbolístico y de mercado de la Liga MX debería ser una obligación, competir hacia arriba, no hacia abajo. Se quejaban de que no era posible invertir cuando podían irse al Ascenso , pero eso ha quedado atrás.
La llegada de André-Pierre Gignac a Tigres, quien a pesar de que no era uno de los estelares en su país o en Europa, su nivel estaba y está por encima de la media del balompié nacional, marcó una pauta a seguir, y hoy no hay pretextos, se puede invertir y bien, para tener una Liga con foráneos de gran calidad.
En esta época de rumores y de visitas de promotores con los padres de jugadores, otros nombres se suman a la lista de posibles contrataciones. Algunos conocidos como el caso de Sebastian Giovinco, quien después de despedazar a las defensivas de Tigres, América y Guadalajara ahora es pretendido por los universitarios, hasta la posibilidad de que Nani sea convencido por Pedro Caixinha para jugar con el Cruz Azul.
De todo eso se nutre este tiempo sin futbol, además del trabajo de los promotores, quienes antes del Draft llegan bien armados para no corretear a directivos con algún futbolista por acomodar. Al Régimen de Transferencias, los equipos ya llegan a oficializar y los que vienen del extranjero ni pasan por ahí.
Pero la realidad del futbol mexicano es que solamente les alcanza para ese tipo de jugadores que vienen de Europa con un cartel de mediano a bajo. Y si no, ahí está el español Francisco Sol, quien peleó el título de goleo en Holanda con el Willem II, pero que está valorado en no más de 4 millones de dólares.
Lo de Giovinco y Nani puede superar esa cifra, pero tampoco es el mercado de las grandes contrataciones que se darán en torno a la Copa del Mundo Rusia 2018. Ahí está el caso de Luuk de Jong , quien está valorado en 10 mdd, aunque para el mercado mexicano lo pondrán en no menos de 14 mdd.
Esto debe ser una llamada de atención, ya que desde hace tiempo, en nuestro país se han jactado de hacer grandes fichajes y pagar dinero a futbolistas que en muchas ocasiones no lo valen, o como pasó con Nicolás Castillo, quien sólo usó a Pumas de escalón para irse al Benfica. Esa es la triste realidad del futbol mexicano. Por eso, deben cambiar de ideas y ver un área de oportunidad para ampliar la calidad, insisto, sin el riesgo de perder tu franquicia en una división de cuarta categoría, es el momento de invertir.