No existe en otro lugar la pasión que desata un River Plate vs Boca Juniors . Es genético. Argentina nunca descansa de hablar de futbol , es un país que lo entiende como estilo de vida. Es cultural; insisto, es genético.
Por si fuera poco, mañana vivirá un capítulo único, porque la final de la Copa Libertadores cambia el formato a partir de 2019 y será a partido único en sede por confirmar; es decir, para que vuelvan a vivir una final en Buenos Aires estos equipos será complejo; tanto, como que nunca ha existido una entre el Real Madrid y el Barcelona en la Champions.
La pasión es desbordada porque también el conocimiento es muy elevado. Argentina es un país donde está prohibido venderle entradas a turistas, porque las más de 60 mil personas que estarán en el Monumental de Núñez van por el futbol, no por la selfie, como pasa en el Bernabéu o el Camp Nou . Está prohibido vender tours a japoneses, el sábado es de Argentina .
Y ese sentimiento, esa pasión, la transmiten a los verdaderos aficionados al futbol que estarán pendientes en todos los rincones del mundo. Al jugarse a las 17 horas de Buenos Aires, 14 horas de México, amplía su penetración a Europa , donde lo verán por la noche, a las 21 horas de España , y puede competirle fácilmente a una final de Champions en audiencia.
Será, sin duda, algo muy pasional. Estarán pendientes en todo el mundo, pero todavía están lejísimos de los premios que entrega la UEFA al ganador de la Champions . En el torneo sudamericano, el campeón recibe seis millones de dólares, que se suman a los tres millones 900 mil dólares de premios desde primera fase hasta semifinales; es decir, River o Boca se embolsarán, al levantar la Copa Libertadores , nueve millones 900 mil dólares. En la última edición de UEFA Champions League , el Real Madrid ganó 54 millones 700 mil euros, poco más de 62 millones de dólares. Una extrema distancia económica entre los continentes.
De ahí la importancia de saber explotar un torneo como éste, que ahora tiene un ejemplo del potencial que se puede tener en cuanto a audiencias y, obviamente, ganancias a partir de la transmisión de estos duelos.
El primer partido, en La Bombonera , se convirtió en el evento deportivo más visto en 2018, solamente superado por la final de la Copa del Mundo entre Francia y Croacia . Ni el Super Bowl , que tanto nos han vendido como el máximo espectáculo, alcanzó los niveles de audiencia y de impactos del clásico argentino.
En Argentina tuvieron un share de audiencia de casi el 70 por ciento; es decir, en siete de cada 10 televisores en ese país sintonizaron el partido, lo que se traduce en millones de personas. Además, la transmisión simultánea de Fox Sports —con su plataforma premium— alcanzó 43 puntos de rating y 200 mil descargas de su aplicación, por 186 mil usuarios únicos.
En las redes sociales, la explosión fue la misma. Se registraron casi 200 mil publicaciones en Twitter, lo que generó que se rebasaran los 61 millones de impresiones o vistas a posteos relacionados con esta final. Y, seguramente que mañana, los números por el partido de vuelta superarán los anteriores, porque la pasión con la que se vive esta final rebasa cualquier cosa que hayamos visto antes.
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