Fue claro el maestro José Gil García, subsecretario de seguridad pública, en la entrevista que le realizamos para el programa Reacción en Cadena: “No habrá venta de alcohol para los visitantes”. Les venderán cerveza, pero sin alcohol. Una medida que parece más producto de la mercadotecnia para el posicionamiento de la cerveza que no marea, que para encontrar un sistema de seguridad aplicado correctamente a un partido de alto riesgo, como el Pumas-América.

Están más preocupados por respetar a los patrocinadores que por tomar medidas drásticas, porque si decidieron prohibir la venta de alcohol a algunos, o es para todos o para ninguno; pero como las cervecerías son parte fundamental de los patrocinios del futbol, ni se meten con ellos; por eso, a tomar cerveza sin alcohol y a ver si no se les ocurre vender tortas de jamón sin jamón.

Cuando se quieren pelear barristas, no necesitan de alcohol ni drogas. Que el maestro Gil García recuerde cuando se enfrentaron seguidores de América y Pumas al terminar una reunión de seguridad en el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México, hace casi tres años.

Ahí no necesitaron de sustancias para agarrarse a trompadas, como tampoco han necesitado permiso muchos vendedores ilegales de cerveza y de alcohol del bueno (ron, tequila, etc.), para ofrecerlo en las inmediaciones del estadio sin que la SSP haga maldita la cosa. Así que si un seguidor amarillo no puede comprar alcohol dentro del inmueble, lo conseguirá afuera. Es una ridiculez.

Es un mecanismo incongruente, aunque se aplique en otros estadios. Los operativos de seguridad deben ser directos, contundentes y aplicados bajo el rigor de la ley, sin cortapisas y sin influencia de los patrocinadores, y mucho menos con acciones discriminatorias como la que está aplicando y autorizando la SSP.

Este funcionario, en la misma entrevista, aseguró que ir al futbol en Ciudad Universitaria, a este tipo de partidos —que son considerados de alto riesgo por todos, menos por quienes desean presumir una ciudad segura—, es viable para estar con la familia.

Me parece que este señor nunca ha ido a un Pumas vs América y, si ha ido, lo ha hecho como funcionario.

La preocupación es máxima para autoridades de la Universidad, del futbol mexicano y, aunque trate de taparlo, para el Gobierno de la CDMX. A quienes secuestran camiones camino a los estadios ¿los van a meter a la cárcel? Si llegara algún aficionado con aliento alcohólico al estadio, ¿lo dejarán ingresar? ¿Por fin aplicarán un castigo severo a revendedores? ¿Cuidarán las estaciones del metro, las inmediaciones del estadio y se responsabilizarán de mantener la paz social? o aplicarán el operativo de siempre: quitar cinturones y palitos de las banderas.

Afortunadamente entre Pumas y América han bajado los incidentes en un estadio, aunque esto no quita la responsabilidad de todas las partes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses