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Inicia la última competencia internacional bajo el mando de Alfredo Castillo , un funcionario de gobierno priísta: Barranquilla 2018, los Juegos Centroamericanos , que dan formalmente por iniciado el ciclo olímpico a Tokio 2020 .
Y mientras Castillo seguirá como hasta ahora, con perfil bajo, esperando a que acabe su mandato en la Conade, el equipo de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrado r, debe tomar pronto una decisión fundamental para el éxito o fracaso del deporte mexicano .
¿Quién será el sucesor de Castillo? Una pregunta que debe responderse pronto, y tampoco hay mucha ciencia para hacerlo. Los candidatos naturales son Dieter Holtz , hombre de confianza de Andrés Manuel, Horacio de la Vega , ex titular del Indeporte de la Ciudad de México, quien devolvió a la capital del país la posibilidad de tener competencias internacionales de élite y a fomentar la activación física de manera considerable, y Juan Manuel Rotter , funcionario en la Conade en el tiempo de Carlos Hermosillo, y ahora un extraordinario empresario que fomenta el deporte día a día.
También hay dos viejos conocidos que se mueven en esas aguas. Ana Gabriela Guevara , senadora de la República y ex titular del Instituto del Deporte capitalino, al que renunció menos de un año después de tomar el cargo, para ir de comentarista a Beijing 2008, y Bernardo Segura , miembro de Morena y también ex director del Instituto del Deporte del DF, de 2000 a 2003.
Es decir, de los cinco que pueden llegar a la Conade, tres ya han tenido experiencia en gabinetes anteriores. Sólo Holtz y Rotter no lo han hecho. De esos tres, destacada la labor de Horacio de la Vega en el deporte de la ciudad.
Da la impresión que Ana ya se siente dueña de la silla , al desdeñar el trabajo hecho en precampaña y campaña, por la inconsistencia en las propuestas. Eso sería catastrófico: iniciar con descalificaciones y pleitos cuando se trata de cambiar a un país.
No se trata de seguir con lo mismo de siempre. López Obrador prometió cambios reales , de estructura a profundidad, llevar a quienes han trabajado bajo otras filosofías e ideologías a los que pronto estarán en el poder. Se necesita gente que entienda del deporte, no de política.
Así que mientras Castillo buscará cerrar su gestión ganando entre 104 y 127 medallas de oro en Barranquilla, meta puesta por él, la grilla está en todo su esplendor en los restaurantes, asociaciones deportivas, institutos del deporte; vaya, hasta en los que saben que desde la Secretaría de Educación Pública saldrá el bueno para el deporte.
