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Se veía venir, Diego Armano Maradona se ha convertido en el “payaso” del circo y no nada más en el mundo del futbol, sino en todos los ámbitos y para todos los intereses.
Que el ex regidor de Culiacán mande una propuesta para considerarlo visitante distinguido, quiere decir que esto se salió de control, porque injustamente a muchos otros que han llegado a jugar al propio equipo de Dorados, estelares del futbol mundial, no les hicieron lo mismo, ni tampoco pasó con la gran cantidad de peloteros de primera categoría que ha jugado para los Tomateros.
Es decir, circo y más circo, aprovechar el momento, la coyuntura, para alzarse el cuello y salir en los medios, aunque sea gracias a la decadencia del otrora figura del futbol argentino.
Vendrá la primera gira de Maradona como técnico de Dorados, comienza en Oaxaca y después Querétaro, y obvio, con consideraciones distintas al resto del equipo, ¿No que todos eran iguales en esa institución? El argentino tendrá un séquito de seguridad que lo protegerá y se habla de que tendrán un operativo impenetrable en los hoteles en los que se hospedarán. Me parece que están confundidos, es Diego Armando Maradona, no un jefe de estado.
Si bien el partido del lunes ante Tapachula resultó un atractivo para el mundo futbolístico, curiosamente este hecho no se reflejó en los niveles de audiencia. Según reportó Nielsen IBOPE, este encuentro del Ascenso MX lo vieron 124 mil personas en nuestro país; ese mismo día el partido entre Chicago y Seattle de la NFL transmitido también por ESPN, reportan, lo vieron 103 mil personas, es decir, nada extraordinario, nada fuera de lo común.
Un partido de la Liga Premier de México (que se transmiten los lunes), lo ven aproximadamente 40 mil personas en otra cadena de cable o un programa de radio en los horarios matutinos puede llegar hasta los 80 o 90 mil escuchas solamente en la Ciudad de México.
Lo anterior se traduce a que el llamado efecto Maradona no es tan grandioso en popularidad, pero eso sí, lo mejor de todo es que de esta audiencia muchos se dieron cuenta de que Dorados tiene buenos futbolistas que antes pasaban desapercibidos y que son el verdadero motor de un equipo de futbol, no el entrenador, porque en verdad ¿quién sintoniza un partido de futbol para ver al entrenador en la banca?
Lo positivo de la llegada de Maradona no es que los políticos se cuelguen de su imagen, ni que se haga un pleito de quienes están en contra de la imagen que ha ofrecido en los últimos tiempos como ser humano, sino que mucha gente ha descubierto que en el ascenso mexicano hay buen material en cuanto a jugadores y que a esta Liga le urge desarrollo en todos los aspectos.
Durante muchos años seguimos de cerca esta Liga, vimos cómo creció y después se fue para abajo, pero lo trascendente es que la llegada del argentino puede servir para mostrar que hay muchas plazas que no están certificadas que son similares a otras de primera división, y que injustamente no los dejan ascender.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
Que el ex regidor de Culiacán mande una propuesta para considerarlo visitante distinguido, quiere decir que esto se salió de control, porque injustamente a muchos otros que han llegado a jugar al propio equipo de Dorados, estelares del futbol mundial, no les hicieron lo mismo, ni tampoco pasó con la gran cantidad de peloteros de primera categoría que ha jugado para los Tomateros.
Es decir, circo y más circo, aprovechar el momento, la coyuntura, para alzarse el cuello y salir en los medios, aunque sea gracias a la decadencia del otrora figura del futbol argentino.
Vendrá la primera gira de Maradona como técnico de Dorados, comienza en Oaxaca y después Querétaro, y obvio, con consideraciones distintas al resto del equipo, ¿No que todos eran iguales en esa institución? El argentino tendrá un séquito de seguridad que lo protegerá y se habla de que tendrán un operativo impenetrable en los hoteles en los que se hospedarán. Me parece que están confundidos, es Diego Armando Maradona, no un jefe de estado.
Si bien el partido del lunes ante Tapachula resultó un atractivo para el mundo futbolístico, curiosamente este hecho no se reflejó en los niveles de audiencia. Según reportó Nielsen IBOPE, este encuentro del Ascenso MX lo vieron 124 mil personas en nuestro país; ese mismo día el partido entre Chicago y Seattle de la NFL transmitido también por ESPN, reportan, lo vieron 103 mil personas, es decir, nada extraordinario, nada fuera de lo común.
Un partido de la Liga Premier de México (que se transmiten los lunes), lo ven aproximadamente 40 mil personas en otra cadena de cable o un programa de radio en los horarios matutinos puede llegar hasta los 80 o 90 mil escuchas solamente en la Ciudad de México.
Lo anterior se traduce a que el llamado efecto Maradona no es tan grandioso en popularidad, pero eso sí, lo mejor de todo es que de esta audiencia muchos se dieron cuenta de que Dorados tiene buenos futbolistas que antes pasaban desapercibidos y que son el verdadero motor de un equipo de futbol, no el entrenador, porque en verdad ¿quién sintoniza un partido de futbol para ver al entrenador en la banca?
Lo positivo de la llegada de Maradona no es que los políticos se cuelguen de su imagen, ni que se haga un pleito de quienes están en contra de la imagen que ha ofrecido en los últimos tiempos como ser humano, sino que mucha gente ha descubierto que en el ascenso mexicano hay buen material en cuanto a jugadores y que a esta Liga le urge desarrollo en todos los aspectos.
Durante muchos años seguimos de cerca esta Liga, vimos cómo creció y después se fue para abajo, pero lo trascendente es que la llegada del argentino puede servir para mostrar que hay muchas plazas que no están certificadas que son similares a otras de primera división, y que injustamente no los dejan ascender.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
