Se veía venir, era insoportable seguir aguantando el liderazgo mal encaminado de un grupo de silbantes que sólo ven por su interés, que su intento constante de manipulación y chantaje era evidente y que solamente querían continuar en el futbol por economía, por mercenarios.
Arturo Brizio Carter tardó seis meses, de junio cuando tomó el puesto, valoró y ahora ejecuta, como lo que debe hacer un funcionario con capacidad, valor y sabiduría. Brizio se atrevió a que la Liguilla fuera pitada por solamente seis árbitros, dejando fuera a Roberto García Orozco, Paul Delgadillo, Francisco Chacón y Luis Enrique Santander, así como a César Ramos Palazuelos, donde resultó perfecto para Brizo porque se lo llevaron al curso de capacitación de la FIFA para los prospectos de árbitros mundialistas. Sin estorbos se vio una Liguilla, que si bien tuvo errores, nunca existió el protagonismo barato ni mucho menos las presiones para ser designado uno u otro en partidos populares.
Por ahí está la posibilidad de mantener a García Orozco bajo algunas condiciones, lo cual no es lo más correcto, ya que para poder terminar con lo que te hace mal, lo debes cortar por completo para evitar que comiencen a contaminarte de nueva cuenta.
Lo más importante es que Brizio se mantuvo firme en la idea de alejar a estos señores del arbitraje, de trabajar con los silbantes que vienen desde otra divisiones o que habían sido olvidados porque los dirigentes de su asociación los habían relegado aún cuando ni siquiera tenían la calidad o el nivel para tomar esos lugares.
Aceptados los errores del pasado, al presidente de la Comisión de Arbitraje solamente le queda ejecutar esta idea y no echar marcha atrás. Ya no es aceptable que estos personajes amenacen con parar la liga y que ante esto, los dirigentes doblen las manos. Si ya lo consultó con los dueños es momento de llevarlo a cabo para no depender del humor o los intereses de un grupo que sólo ve por lo suyo.
Por que este grupo de silbantes que además de intentar chantajear y que se hacen de millones de pesos de cuotas, ahora hasta para la comida navideña se atrevieron a cobrarles mil 700 pesos por silbante y 800 por acompañante, según esto para recuperar gastos del banquete navideño, que para esos precios seguramente será con caviar, moet chandon, pate de foie y hasta cordero desempacado de Nueva Zelanda.
Había prometido que en este espacio se publicaría lo “Peor del año en futbolistas y entrenadores”, pero la noticia de la limpieza en el arbitraje, ameritó cambiar y próximamente los premios a la ignominia de la Liga.
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