Nunca un inicio de sexenio había sido tan caótico para el deporte, debido a la gran incertidumbre en atletas, funcionarios y hasta dependencias como el Comité Olímpico Mexicano. Es correcto ahorrar dinero y ajustarse a las nuevas políticas presupuestales, pero lo mínimo que podrían hacer es avisarle a los involucrados.

Para un deportista que entrega toda la actividad de un día a la práctica de su disciplina, sea o no sea parte del programa olímpico, es realmente injusto que se entere que le han reducido su beca al recibir el depósito en su cuenta sin que alguien haya tenido la frontalidad para explicarle las nuevas medidas y políticas a seguir.

La falta de unión es evidente al leer el Twitter por diez minutos. Por un lado quienes justamente demandan claridad en el asunto como Adriana Jiménez, Nabor Castillo, Edson Gómez y Alely Hernández ; y quienes minimizan el hecho al seguir siendo beneficiados del sistema como Paola Espinosa, Liliana Ibáñez o Yahel Castillo.

Por supuesto que es válido que por falta de rendimiento les rebajen el dinero a percibir, porque así es la vida de un deportista, pero es inentendible que haya casos en los que no aplican la misma política y eso lo saben perfectamente bien tanto los presidentes de las federaciones involucradas como la misma Ana Gabriela Guevara, titular de la Conade.

El cambio que se esperaba es inexistente, no hay una idea ni un plan de lo que se pretende para el deporte en los siguientes seis años y, por lo menos en este inicio, los más afectados han sido los deportistas, algo de lo que siempre la hoy directora de la comisión se quejaba cuando estaba entrenando en las pistas.

Se ha dado la vuelta a 180 grados y las declaraciones en las que acusa a deportistas de hacer berrinche, están fuera de tono porque lo único que demandan es una explicación que, insisto, se vale que les reduzcan como seguramente le redujeron a Guevara su salario como directora de Conade por esta política que nadie puede ganar más quie el presidente de la República; la diferencia, es que con Ana Gabriela fueron claros desde un inicio, y con los deportistas no.

El deporte de alto rendimiento ya no debe vivir del presupuesto de la SEP, la misma Conade debería estar más preocupada y trabajar para evitar que siga creciendo la obesidad infantil y que no haya programas de activación física correctos para la población, que estar perdiendo el tiempo en intentar ganar medallas en Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos. Mientras quienes están en la silla de la Conade no se den cuenta que ese es el verdadero obejtivo de su puesto, la avaricia y el poder seguirán reinando en ellos, porque para la fabricación de deportistasde alto rendimiento están las federaciónes y el Comité Olímpico Mexicano, no el dinero de usted y mío.

La gran pregunta es: ¿Por qué sigue manteniendo la Conade a las federaciones que podrían generar sus propios recursos? Los han convertido en parásitos que nada más estiran la mano y no hacen absolutamente nada por sus deportistas. Esa debería ser la verdadera Cuarta Transformación del deporte.

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